Lectura 4:00 min
1971: el año cuando la música lo cambió todo
Foto: Cortesía Apple
El año de 1971 representó un parteaguas en la música popular. Ese año comenzó la era de las superestrellas de rock, los cantautores crearon su propio universo y se plantaron las semillas de distintos movimientos culturales que florecieron en los siguientes años y décadas. En otras narrativas históricas, este momento en la música ya no ofrecía el romanticismo de 1967, con el ya muy choteado “Verano del Amor”, donde se había consagrado el álbum como una perfecta intersección entre el comercio y el arte. A diferencia de 1969, no hubo un Woodstock que uniera a una generación. Ni tampoco parecía tan atractivo como el ascenso del punk (entre 1975 y 1977) que supuestamente vino a romper con un letargo del buenondismo que imperó en los años previos de esa década. Era el fin del sueño americano, como lo describió el reportero gonzo Hunter S. Thompson en Fear & Loathing in Las Vegas.
Si tuviéramos una máquina del tiempo —un Delorean para viajar con estilo—, a medio siglo de distancia nos encontramos con uno de los años que dejó una larga lista de obras hoy consideradas clásicas. Aquel año se lanzaron álbumes como: What’s Going On de Marvin Gaye, Tapestry de Carole King, Imagine de John Lennon, Who’s Next de The Who, Just As I Am de Bill Withers, There’s A Riot Goin’ On de Sly & The Family Stone, Pieces of a Mind de Gil Scott-Heron, All Things Must Pass de George Harrison, Hunky Dory de David Bowie, Tago Mago de Can, Sticky Fingers de The Rolling Stones, Led Zeppelin IV, Electric Warrior de T.Rex, Meddle de Pink Floyd, la ópera rock Jesus Christ Superstar y Blue de Joni Mitchell.
John, Paul, George y Ringo trataban de desprenderse se su legado Beatle al inicio de una nueva década, mientras David Bowie comenzaba su transformación en el andrógino extraterrestre de nombre Ziggy Stardust. The Rolling Stones se había refugiado en las costas francesas para evadir al fisco británico y reconstruirse tras la muerte de Brian Jones, la catástrofe del festival de Altamont y la resaca que les habían dejado los sesenta. Marvin Gaye, Aretha Franklin, Bill Withers, Sly Stone y James Brown no sólo celebraban la negritud y el black power, también hacían que sus escuchas se volvieran conscientes de la desigualdad, la pobreza y las causas sociales, como los movimientos antibélicos y de derechos humanos que dominaban las primeras planas de los periódicos.
En Alemania grupos como Can, Neu! y Kraftwerk conformaron una ola de músicos y artistas que vieron una nueva forma de experimentar con la música y la tecnología de los sintetizadores. Las técnicas de grabación avanzaban en su sofisticación y los artistas tenían la posibilidad de trabajar en estudios caseros. En Jamaica las bajas frecuencias del reggae se empezaban a expandir por otros rincones del planeta. Los movimientos feministas y de liberación sexual también ganaban mayor visibilidad en sus luchas de reconocimiento político y social, reflejada en la música de Carole King, Elton John y una generación de cantautores que le siguieron.
El cineasta y documentalista Asif Kapadia nos conduce en este viaje en el tiempo en la serie de ocho capítulos 1971: The Year That Music Changed Everything, una producción original de Apple TV basada en el libro “Never A Dull Moment” (2016), del periodista David Hepworth. Kapadia —quien ha hecho documentales sobre la cantante Amy Winehouse, el piloto de la F1 Ayrton Senna y el astro futbolístico Diego Armando Maradona— realiza un excepcional trabajo de recopilación de imágenes de la época que ilustran en su totalidad la serie, sin tener que recurrir al uso de entrevistas con cabezas parlantes.
Medio siglo después se vuelve un punto fascinante en la historia reciente donde en medio de todo el caos e incertidumbre del mundo exterior, un grupo de músicos, artistas y soñadores dejaron un reflejo de ese momento en su arte y unos muy buenos discos que seguimos escuchando en este extraño y surreal 2021.