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La economía india es más fuerte de lo que piensa Trump
Si bien es probable que el aumento de aranceles y la reforma del programa de visas H-1B del presidente estadounidense Donald Trump asesten un duro golpe a los sectores exportador y tecnológico de la India, no son fatales. De hecho, gracias a su vasta población y a una sólida demanda interna, la India está mejor posicionada que la mayoría para resistir las crisis externas.

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NUEVA YORK - India se ha beneficiado durante mucho tiempo del arbitraje geopolítico, manteniendo relaciones de trabajo con Rusia, Estados Unidos y Europa. Pero este delicado acto de equilibrio ahora está siendo puesto a prueba por una serie de choques políticos entregados por la administración del presidente estadounidense Donald Trump. Estas perturbaciones, que no parecen que vayan a remitir pronto, plantean una cuestión crítica: ¿Puede la India mantener su estatus de gran economía de más rápido crecimiento del mundo?
El reto más urgente al que se enfrentan los responsables políticos indios es capear la escalada de la guerra comercial. En agosto, Trump impuso un arancel del 50% a las importaciones indias, alegando la necesidad de reducir el superávit comercial de India con Estados Unidos y de castigar al país por sus compras masivas de petróleo ruso. Para aumentar la presión, Trump ha instado a la Unión Europea y a otros países del G7 a tomar medidas aún más duras: imponer un arancel del 100% a las importaciones de India y China.
La decisión de Trump de aumentar las tasas de los visados H-1B a 100,000 dólares supone un nuevo golpe para la economía india, en particular para su industria de servicios informáticos, uno de los motores de crecimiento más dinámicos del país. En la actualidad, los ciudadanos indios representan más del 70% de todos los titulares de visados H-1B, y la mayoría de ellos trabajan en sectores relacionados con las TI o la tecnología. Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que los precios de las acciones de empresas indias como Tata Consultancy Services, Infosys y Wipro, que dependen en gran medida de los visados H-1B para acceder al mercado estadounidense, bajaran tras el anuncio de Trump.
Aunque Trump ha calificado a la India de “economía muerta”, no está claro si lo ha dicho como una afirmación de hecho o como una amenaza que cumplirá a menos que la India ofrezca suficientes concesiones en sus negociaciones comerciales con Estados Unidos. En cualquier caso, hay pocos indicios de que la economía india corra el riesgo de hundirse en breve.
Al contrario, India es una de las economías más dinámicas del mundo. Antes de que se impusieran los nuevos aranceles estadounidenses, el Fondo Monetario Internacional preveía que el PIB de la India crecería un 6.4% en 2025 y 2026, muy por delante de la tasa de crecimiento anual prevista para Estados Unidos, del 1.9%. Ninguna otra gran economía se le acerca, a excepción de China, con un 4.8%.
Salvo perturbaciones externas, India está bien posicionada para mantener su rápido ritmo de crecimiento durante la próxima década y convertirse en la tercera economía del mundo en 2030. Dada su enorme población y el impulso de su crecimiento, India podría incluso superar a China y Estados Unidos y convertirse en la mayor economía del mundo en los próximos 50 años.
Dicho esto, sigue sin estar claro hasta qué punto los cambios en la política estadounidense podrían afectar a la trayectoria de crecimiento de India. A principios de la década de 2000, India estaba mucho menos expuesta al comercio mundial que China, y sus exportaciones representaban menos del 15% de su PIB, frente al 20% de China. Desde entonces, sin embargo, la dependencia de India del comercio ha aumentado significativamente. Las exportaciones representan ahora más del 20% del PIB, lo que hace al país más vulnerable a las crisis comerciales.
Dado que EU es el mayor mercado de exportación de la India, es probable que los aranceles de Trump afecten más que medidas similares de otros socios comerciales. Aun así, es importante recordar que la India es una economía continental, en la que el consumo interno desempeña un papel mucho más importante que la demanda externa. Además, la importancia comercial de la UE para la India casi iguala a la de Estados Unidos, y China y Oriente Medio también son importantes destinos de exportación. Por consiguiente, aunque las subidas de aranceles estadounidenses son perturbadoras, distan mucho de ser fatales.
Esto no quiere decir que los responsables políticos indios puedan permitirse una actitud pasiva. Para mitigar el impacto de las restricciones estadounidenses, deben seguir una estrategia dual que comprenda políticas macroeconómicas estimulantes y un esfuerzo concertado para profundizar los lazos comerciales con la UE, China y Oriente Medio.
También cabe señalar que es probable que la importancia relativa del mercado estadounidense disminuya como consecuencia de las políticas comerciales proteccionistas de Trump. Si su administración mantiene el rumbo, es muy posible que la UE y China superen a EU como principales destinos de importación del mundo en 2028.
Más allá de las respuestas políticas a corto plazo destinadas a compensar la caída de la demanda estadounidense, las autoridades indias harían bien en aplicar reformas estructurales. Las prioridades clave para sostener el crecimiento a largo plazo incluyen elevar la tasa de participación de la mano de obra femenina del 33% a niveles mucho más cercanos al 60% de China, mejorar el clima de inversión atajando la corrupción burocrática y modernizar las infraestructuras -carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos- para reducir el coste de la producción y el comercio.
Adoptando estas reformas, India no solo podrá capear la guerra arancelaria de Trump a corto plazo, sino también mantener su milagro de crecimiento durante años.
El autor
Shang-Jin Wei, execonomista jefe del Banco Asiático de Desarrollo, es profesor de Finanzas y Economía en la Columbia Business School y en la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia.
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