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Los casos de tosferina se han multiplicado por cinco, mientras la vacunación es baja
Con el 78% de cobertura, hay un déficit de vacunación DTP en México, lo que desató una ola de tosferina con más de mil 500 casos y 71 defunciones.

Foto: Especial
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitieron una actualización epidemiológica para el cierre de año revelando una crítica escalada de la tosferina (coqueluche) en la Región de las Américas. El informe vincula este resurgimiento con las bajas coberturas de vacunación que persisten en varios países, lo que ha desencadenado una situación de brote sin precedentes incluyendo a México.
La tosferina es una infección de las vías respiratorias que se caracteriza por una tos paroxística (con ataques súbitos, violentos e incontrolables). El microorganismo causante más común es Bordetella pertussis, aunque también se ha asociado a Bordetella parapertussis con esta afección en humanos. La tos ferina sigue siendo una causa importante de morbilidad y mortalidad en lactantes menores de 2 años.
Las autoridades han declarado, “a nivel mundial, la tosferina se ha disparado”. Durante 2024, se notificaron 977 mil casos a la OMS, un aumento de 5.8 veces respecto al año anterior. Por su parte, la región de las Américas experimentó un aumento drástico, pasando de 11 mil 202 casos en 2023 a 66 mil 184 casos en 2024.
Destacan que el principal factor de riesgo identificado es el debilitamiento de la inmunidad colectiva, pues las coberturas regionales de la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP3) alcanzaron su punto más bajo en dos décadas en 2021 (81%), y a pesar de una recuperación a 87% en 2024, la OPS subraya la existencia de "disparidades importantes entre países".
Brote histórico en nuestro país
México se encuentra en el centro de la alerta regional debido a una combinación de coberturas de vacunación insuficientes y un incremento importante en la morbilidad y mortalidad por tosferina en 2025.
Los datos de cobertura de la tercera dosis (DTP3), vital para la protección contra la tosferina en la infancia, muestran un retroceso que antecede al actual brote: Cobertura DTP3 en 2024: 78%. Esta cifra iguala el mínimo histórico del país y se mantiene por debajo del umbral del 80%, exponiendo a un gran número de niños a la enfermedad. Por otro lado, la cobertura DTP1 en 2024 fue de 83%.
La consecuencia de esta baja protección se materializó en una alerta sanitaria durante 2025. Entre la Semana Epidemiológica (SE) 1 y la SE 48 de 2025, el país reportó 1,561 casos confirmados de tosferina y 71 defunciones asociadas a la enfermedad. La incidencia acumulada se situó en 1.17 casos por cada 100 mil habitantes.
Las cifras de 2025 superan ya las registradas en los últimos diez años en el país, confirmando la magnitud del actual brote. Los casos se han registrado en 31 de las 32 entidades federales.
Las principales entidades federales afectadas por el brote incluyen a la Ciudad de México, que lidera la lista con 154 casos confirmados y diez defunciones. Le siguen de cerca Chihuahua, con 146 casos y siete muertes; Nuevo León, con 141 casos y también siete defunciones; y Aguascalientes, con 102 casos confirmados, incluyendo dos defunciones.
El grupo de menores de un año concentra la mayor proporción de afectados con 507 casos (32.5%) del total, seguido por el grupo de 1 a 4 años con 140 casos (9%). La distribución por sexo muestra una mayor incidencia en mujeres, que representan el 57% de los casos (895 casos).
Vacunación: La única medida exitosa para el control
El resurgimiento de la tosferina subraya la importancia de la vacunación como la herramienta más eficaz para prevenir la enfermedad, especialmente en sus formas graves y mortales, que afectan predominantemente a los lactantes.
De acuerdo con la OMS, el éxito comprobado de la vacuna combinada DTP (o sus variantes DTaP, Tdap) “ha sido crucial históricamente, logrando reducir drásticamente los casos de tosferina a nivel mundial”. La protección funciona mejor cuando la población mantiene coberturas altas y completa el esquema de vacunación, que en México incluye dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses, además de un refuerzo a los 4 años. La inmunidad, aunque disminuye con el tiempo, ofrece una protección vital durante los primeros años de vida.
La OPS y la OMS también recomiendan la vacunación con Tdap en mujeres embarazadas (idealmente en el tercer trimestre) para transferir anticuerpos al recién nacido, un grupo demasiado joven para completar su propia inmunización y el más vulnerable a las complicaciones.
Por otro lado, el tratamiento de la tosferina se centra en la administración de antibióticos (principalmente macrólidos como la azitromicina) para matar la bacteria Bordetella pertussis, reducir la contagiosidad y, si se administra tempranamente, disminuir la gravedad de la enfermedad.
En el caso de los lactantes y niños pequeños con enfermedad grave, especialmente aquellos con dificultad respiratoria, deshidratación o apnea, requieren hospitalización con aislamiento. La atención hospitalaria se enfoca en mantener las vías respiratorias despejadas, administrar oxígeno y prevenir la deshidratación con líquidos intravenosos. Los medicamentos para la tos de venta libre o los supresores no se consideran efectivos para la tos ferina.
Hoy las autoridades sanitarias mexicanas enfrentan el desafío urgente de intensificar las campañas de inmunización y la vigilancia epidemiológica para contener el brote actual, revertir la caída en las coberturas DTP3 y proteger a la población infantil.




