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Hoteles Capela sigue su curso
Horst Schulze, hotelero que durante años fue el responsable de la operación del Ritz Carlton en el mundo, ahora es dueño del grupo West Paces, empresa que le ha dado vida a la marca hotelera de lujo Capela, una de sus subsidiarias que ha puesto el ojo en México para hacer grades negocios a pesar que la crisis turística aprieta el cinturón en nuestro país.
Hasta el día de hoy Schulze se siente motivado para cumplir lo que prometió: construir cuatro hoteles boutique en México, todos ellos con menos de 85 habitaciones cada uno, de los cuales tres ya están en operación, como se puede ver en Ixtapa, Guerrero; Cabo San Lucas, Baja California Sur, y Riviera Maya, Quintana Roo; así como los futuros Capela que serán inaugurados en Punta Mita; Nayarit, y Puerto Vallarta, Jalisco, respectivamente.
Estos hoteles que son propiedad de mexicanos, pero diseñados y administrados por la firma Capela, también asumen la posibilidad de involucrar negocios de bienes raíces en tres de los cuatro proyectos, los cuales esperan una inversión de 300 millones de dólares, así como la opción de que Schulze busque socios para otro plan en la ciudad de México.
Pero mientras esto sucede, el hotel Capela Ixtapa, que tuvo una inversión de 40 millones de dólares, ha implementado estrategias para que la firma finque confianza, tanto para la industria hotelera nacional, como para el mismo destino, que también se ha visto afectado desde que el virus AH1N1 puso a México en el ojo del huracán.
A ello, su gerente general, Romana Heeg, ha buscado ingeniosos modelos de trabajo para impedir despidos -100 empleados seleccionados de entre 1,000 participantes-, así como para aguantar esta mala racha. Capella Ixtapa esperar tener una ocupación hotelera de hasta 58% en el mes de diciembre.
Con ello, cabe destacar que a pesar que las campañas de promoción que lanzó el Consejo de Promoción Turística de México en medios electrónicos (televisión), la crisis sigue apretando tuercas, si no creen hay que preguntarle a Romana Heeg, quien recibe 20 llamadas diarias de hoteleros -a nivel gerencial- que han perdido su empleo a raíz de la crisis turística que nubló el panorama turístico nacional.
B ESMERALDA, B PINCHILINGUE
El desarrollo inmobiliario turístico B Esmeralda pone las cartas sobre la mesa para los empresarios que siempre desearon ser hoteleros, o por lo menos así lo deja ver esta marca inmobiliaria establecida en Acapulco, Guerrero, la cual le ha dado la vuelta al boom de desarrollos inmobiliarios turísticos de playa.
León Borenstein, director general de este complejo, sabe que este tipo de propiedades son una mina de oro para todo aquel empresario que desee hacer negocios turísticos, esto a través de la adquisición de un apartamento de lujo (planeado para operar como propiedad fraccional, por seis semanas al año), equipado con todo lo que se pueden encontrar en las grandes firmas hoteleras (muebles, decoración amenidades y servicios), la cual, si se ve con otros ojos, brinda la opción de adquirir un apartamento como único dueño y arrendarlo como un complejo hotelero de súper lujo -recordemos que el turismo Premium es un buen negocio-, ya que B Esmeralda se encarga del mantenimiento en general, además que muchos de los servicios de consumo que ofrece son operados por el hotel Camino Real.
Sumado a ello, este verano B Esmeralda tendrá un valor agregado con la apertura de B Pichilingue Members Deck, un club de playa con inversión de 17 millones 500,000 dólares -capital 100% nacional-, el cual se estima generará 120 empleos para darle vida a 3,500 metros cuadrados de instalaciones, cuatro plataformas con muelle, zona de pesca, albercas, asoleaderos, bar, restaurante y cinema, entre otros.
Así, si usted alguna vez consideró ser un empresario hotelero pero la vida le llevó a otros segmentos de negocio, analice su futuro y considere invertir en este tipo de desarrollos inmobiliarios turísticos, los cuales además de fincar seguridad en su retiro, le permite seguir en el mundo de los negocios, y muy a su estilo.