Lectura 0:00 min

De Jalisco, presunto agresor de Obama

El hoy acusado de intentar asesinar al presidente Barack Obama, fue un joven demasiado común y corriente durante su estancia en Jalisco en el 2007.

Publicado: 24.11.2011 - 17:40

El hoy acusado de intentar asesinar al presidente Barack Obama fue un joven demasiado común y corriente durante su estancia en Jalisco en el 2007.

De acuerdo con un video colgado en la web en septiembre pasado, Óscar Ramiro Ortega Hernandez dice ser Jesucristo en su segunda venida a la Tierra y se manifiesta a favor de la legalización de la mariguana. Sin embargo, cuando vivió en Colotlán, un pueblo de 18,000 habitantes en el norte de Jalisco, no mostró ningún interés por la religión y era un consumidor normal de marihuana.

Varios de sus amigos no dan crédito ante la la noticia. Están sorprendidos de que un joven que no era loco sino más bien tranquilón sea el mismo que, de confirmarse, disparó a la Casa Blanca y que considere al presidente estadounidense como el Anticristo.

Le decíamos 'La Cabeza', por macetón, nos veíamos casi a diario, íbamos a fiestas, salíamos a dar la vuelta, pero todo tranquilo. Un chavo bastante normal , comentan miembros de su palomilla que prefieren el anonimato.

En Colotlán vive la abuelita paterna de Óscar Ramiro Ortega Hernandez, una tía y primos hermanos, quienes se niegan a declarar. De aquí no va a sacar nada porque ni lo conocemos , afirma de manera tajante el profesor Rigoberto Macías, esposo de Blanca Ortega, tía del hoy detenido por el Servicio Secreto de Estados Unidos por ser el principal sospechoso de disparar a la Casa Blanca, el viernes 11 de noviembre.

Ramiro Ortega, de Colotlán, y María Hernández, de Lagos de Moreno, Jalisco, se casaron cuando todavía vivían en suelo mexicano y se fueron a Estados Unidos hace 25 años, aproximadamente, como tantos jaliscienses que emigran al Norte con el objetivo de mejorar su situación económica. Según el Consejo Estatal de Población, en Estados Unidos hay 1.4 millones de personas nacidas en Jalisco.

Su padre Ramiro Ortega hoy tiene un restaurante en Idaho Falls, una ciudad de poco más de 50,000 habitantes. El hijo Ramiro nació en Idaho y creció como ciudadano estadounidense que hizo algunas visitas a la tierra de su padre. La última vez, entre 2007 y 2008, estuvo casi un año y apenas llegar fue a visitar la tumba de su abuelo, Ramiro Ortega, entonces recientemente fallecido. Esa temporada vivió en casa de su abuela, Alicia Ávila, y se incorporó en un grupo de jóvenes colotlenses.

En algún momento algo comentó de problemas legales allá , dice uno de sus amigos y eso concuerda con el reciente reporte del gobierno de Estados Unidos, que el joven Ramiro tiene un récord de detenciones menores en los estados de Idaho, Utah y Texas.

Otro de sus amigos comenta que sus padres lo habían mandado a México para que se enseñara a trabajar el campo , ya que su familia tiene animales de engorda.

En la primera noticia se hizo énfasis en que tiene tatuada la palabra Israel en el cuello; pero Israel es por el nombre que le dio a su bebé, el cual tuvo cuando regresó a Estados Unidos, tras su paso por tierras jaliscienses. Él mismo se los contó porque mantuvo comunicación con varios. El tatuaje que ya tenía en su estancia en México es el apellido Ortega, localizado debajo de la nuca.

Mientras vivió en Colotlán, a decir de sus amigos, no trabajaba, tampoco destacaba por liderazgo ni por nada en especial. No iba a misa ni supimos que fuera lector de temas religiosos más bien era medio guevón (flojo) . Como un joven de 17 años se llegó a emborrachar y consumía mariguana, pero no en exceso, como ahora lo presentan .

La noticia de Ramiro Ortega es tema de conversación entre sus amigos de Jalisco. Lo lamentamos no hacemos burla porque es nuestro amigo , aclaran. Incluso uno de ellos afirma: Hubiera estado mejor aquí .

Su tía y su abuela son las más afectadas sentimentalmente. Es una situación embarazosa, según se advierte, y prefieren mantenerlo en lo privado. Rigoberto Macías, esposo de su tía, lamenta la situación por los padres del joven, Ramiro es un hombre muy bueno, trabajador, que ha salido adelante en Estados Unidos con su restaurante . Además, está muy enfermo de los riñones.

Hace año y medio o dos años, el joven Ramiro Ortega vino a Guadalajara con su padre para comprarle medicamentos por sus problemas con el riñón. El joven de 21 años, sobre el que hoy pende una condena de cadena perpetua, era el mismo chico excesivamente normal.

apr