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Finanzas públicas, el legado
¿Qué tan sólidas están las finanzas públicas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador?¿Cuánto están creciendo los ingresos?¿Ya son rentables Pemex y la CFE?¿Cuánto dinero está aplicando en su apoyo?¿Ha crecido o no el endeudamiento? Son preguntas que ya tienen respuestas y marcan un legado que está muy lejos de las promesas de campaña y del discurso oficial.
En días pasados, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, hizo un optimista análisis público del comportamiento de la economía y de las finanzas públicas.
Durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA México, expuso que la economía mexicana mantiene gran estabilidad, gracias a sus equilibrios fiscales y macroeconómicos.
Dijo que la política económica de la actual administración ha permitido mantener una posición fiscal sólida para afrontar choques y que las finanzas públicas están sanas.
Sin embargo, la revisión independiente de los números muestra que las finanzas públicas distan de estar sólidas como presume el gobierno. Un análisis muy serio de México Evalúa, encabezado desde hace unos días, por Mariana Campos, deja ver con claridad un diagnóstico más objetivo sobre las finanzas públicas.
En él refrenda la preocupación de muchos expertos, fundamentalmente por el creciente peso de los compromisos que implican los programas sociales, la debilidad y el apoyo gubernamental que requieren Pemex y CFE y la caída de los ingresos públicos.
En los Números de Erario, Cinco Evidencias, sobre las finanzas públicas: anual 2022, se concluye que el legado de las finanzas públicas del sexenio lopezobradorista ya está definido.
Y sintetiza lapidariamente: el crecimiento de los ingresos públicos será menor que el de los sexenios pasados, el endeudamiento seguirá al alza, la inversión física y los subsidios difícilmente superarán los máximos históricos y las empresas públicas seguirán siendo un lastre para el erario.
Recuerda que el año pasado el aumento de los precios del petróleo a nivel mundial, impulsó los ingresos petroleros de México a niveles no vistos desde 2014.
Sin embargo, los ingresos totales se mantuvieron estancados.En el año 2022, las pérdidas fiscales por políticas energéticas (estímulos a gasolinas, apoyo a Pemex y subsidios a tarifas eléctricas) ascendieron a 671 mil millones de pesos.
El apoyo fiscal a Pemex y las intervenciones del gobierno en la política energética significaron pérdidas de más de medio billón de pesos.
El monto de pérdidas fiscales por políticas energéticas se desglosa, de más a menos, en: Transferencias a Pemex, 188 mil millones de pesos; reducción del pago del Derecho de Utilidad Compartida (DUC), 161 mil millones de pesos; faltantes del Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS) de Combustibles, 128 mil millones de pesos; Pérdidas Impuesto al Valor Agregado (IVA), 11 mil 700 millones de pesos; y, subsidios a tarifas eléctricas, 82 mil 400 millones de pesos.
Por el lado del gasto, la intervención en el sector energético también tiene un alto costo vía transferencias a Pemex y a CFE.
Estas políticas han impulsado el aumento en el déficit anual, en 2022 alcanzó 4.4%. Por tercer año consecutivo sobrepasó el límite aprobado.
El desbalance fiscal resultante impulsó al endeudamiento hasta los 1.26 billones de pesos, la cifra más alta en pesos reales desde 2008, cuando se empezó a registrar el dato.
Ese gran endeudamiento, lamentablemente, no fue utilizado para financiar inversión. Aunque el gasto en obra pública llegó a 935 mil millones de pesos, el mayor monto del sexenio, fue 26% menor al endeudamiento.
Según los datos vigentes de la SHCP, antes de 2019 la inversión siempre había sido superior al endeudamiento.Además, el reciente crecimiento en inversión se debe, sobre todo, a proyectos de dudosa rentabilidad, como el Tren Maya y Dos Bocas, mientras que sectores como Ciencia e Innovación, Combustibles y Energía (Pemex y CFE), Educación, Protección Ambiental o Vivienda y Servicios a la Comunidad siguen por debajo de sus mejores épocas.
Esta receta se repite en los subsidios.
Aunque alcanzaron los 857 mil millones de pesos, el mayor monto de la actual administración, siguen por debajo del promedio histórico.
El incremento prácticamente se concentró en un solo programa –Pensiones para Adultos Mayores–, y de 19 funciones del gasto en subsidios, 14 están por debajo de lo observado en el sexenio pasado.
El legado en finanzas públicas no parece ser el mejor. Al tiempo.
