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Septiembre complicado
El contexto actual no luce nada sencillo para las bolsas. En general, se han juntado tendencias adversas, valuaciones excesivas y factores coyunturales claramente desfavorables y no nos sorprende que la inversión en acciones se vea castigada.
El contexto actual no luce nada sencillo para las bolsas. En general, se han juntado tendencias adversas, valuaciones excesivas y factores coyunturales claramente desfavorables y no nos sorprende que la inversión en acciones se vea castigada, a pesar de la preferencia que puede haber por esta clase de activos.
En primer lugar, está la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos efectúe un recorte a los montos de recompra de bonos. Esta acción sacudió a los mercados desde mayo, al hacer que las tasas de interés de largo plazo iniciaran una trayectoria de alza que hasta la fecha no ha terminado.
La estructura de mayores tasas no sólo constituye una alternativa más razonable contra la decisión de invertir en acciones, sino que afecta directamente el valor percibido de éstas. En efecto, los métodos tradicionales de valuación de las acciones de una emisora utilizan una tasa de interés para traer a valor presente los flujos que dicho negocio generará en el futuro. De este modo, mientras mayor sea la tasa de interés (el costo del dinero en el tiempo), menor tiende a ser el valor al día de hoy de una cadena de flujos.
Parte de las extraordinarias alzas que observamos hasta el primer trimestre de este año en las bolsas del mundo tenía que ver con la idea de que existían tasas de interés sumamente bajas por un periodo prolongado. La reversión de este fenómeno tumba las valuaciones de las empresas.
En segundo lugar ,está la debilidad del crecimiento. Las bolsas se sostienen si el crecimiento permanece positivo y las tasas no se alteran. Ya hablamos de este último factor, pero si el crecimiento vuelve a languidecer, a pesar de que se pueda interrumpir la acción de la Fed, las bolsas no tendrán justificante para avanzar hacia precios mayores. La última información sobre las ventas de bienes durables y de casas existentes no es muy halagüeña en este sentido.
En los mercados emergentes hay una retracción de flujos. Cuando los manejadores de fondos buscaban rendimientos superiores a unas tasas de interés mínimas enviaron mucho dinero a comprar activos de muchos países. Ahora que las tasas de interés comenzaron a subir a raíz de la directriz de un menor estímulo monetario (liquidez), notamos la salida de flujos de muchos mercados en donde las monedas se devalúan y las bolsas se derrumban.
En síntesis, la amenaza de un menor estímulo y un crecimiento que parece debilitarse afectan la dirección de bolsas que habían tocado máximos en mercados desarrollados. Por su parte, la retracción de flujos afecta a las bolsas de mercados emergentes desde mayo.
Por si eso no es poco, la posibilidad de un ataque coordinado a Siria por parte de países aliados de occidente ha intensificado los nervios e incrementado la percepción de riesgo. Esta semana, los mercados no han tenido pretextos para sostenerse y hemos visto días muy malos.
En septiembre hay eventos adicionales relevantes: las elecciones en Alemania, la reunión de la Reserva Federal en Estados Unidos, las discusiones en el Congreso estadounidense sobre el tema fiscal; en México, a la caótica situación de la reforma educativa se sumarán la discusión de la reforma energética y la fiscal. Todo ello, en medio de un entorno que no es para nada el más boyante.
Hay que proceder con cautela. Dentro de un mes podemos estar hablando de sucesos que determinarían el rumbo de las inversiones en lo que resta del año y al inicio del 2014.?
*Rodolfo Campuzano Meza es director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario puede ser enviado al correo: perspectivas@invex.com.
Twitter: @invexbanco