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Ley de Disciplina Financiera mejora calificaciones crediticias de los estados
Los gobiernos locales tienen la oportunidad de usar su capacidad para adquirir deuda que se destine a proyectos en infraestructura crítica.

Al primer semestre del 2025, en el Sistema de Alertas de la SHCP las 31 entidades con obligaciones registran endeudamiento sostenible; Tlaxcala no tiene endeudamiento contratado.
A 10 años de la entrada en vigor de la Ley de Disciplina Financiera para las Entidades Federativas y los Municipios (LDF), la calificación crediticia de las entidades muestran mejoras en la sostenibilidad de la deuda, capacidad recaudatoria, control del gasto y liquidez; sin embargo, este comportamiento viene acompañado de un estancamiento en la inversión publica estatal, señala el informe Panorama de Estados Mexicanos: Octubre 2025 de Fitch Ratings.
De acuerdo con el reporte, al primer semestre del 2025, en el Sistema de Alertas de la Secretaría de Hacienda (SHCP) los 31 estados de la República con obligaciones se ubican en la categoría de endeudamiento sostenible, salvo Tlaxcala que no tiene un endeudamiento contratado.
En contraste, en el primer reporte con cuenta pública 2016, año en que entró en vigor al LDF, Hacienda clasificó a 20 entidades con endeudamiento sostenible, 10 en observación y una en elevado, lo cual evidencia el éxito en sanear las finanzas públicas locales y las calificaciones crediticias.
En el 2015 apenas 20% de las entidades evaluadas alcanzaba los niveles “AA(mex)” y en menor proporción “AAA(mex)” –la más alta en la escala nacional de Fitch–, ahora esta cifra está cercana a 50%; además, sólo Guerrero, Colima, Baja California Sur y Michoacán se sitúan en “BBB-(mex)”, mientras que la calificación “BB” e Inferiores ya no está en el mapa nacional.
El crecimiento acelerado de la deuda subnacional, en entidades y municipios, llegó a registrar tasas anuales cercanas a 25% antes de la ley. Aunque el saldo total sigue creciendo con un monto superior a 600,000 millones de pesos, la variación nominal se mantiene al mínimo, retrata el informe de la agencia.
Si las condiciones de endeudamiento sostenible se mantienen al cierre del año, Fitch Ratings estima un potencial de endeudamiento adicional de 227,300 millones de pesos, suponiendo la contratación del techo de financiamiento neto máximo que es de 15% de los ingresos de libre disposición, equivalente a 0.67% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, 2.4 veces mayor al potencial de crédito que existía en el 2018.
En pausa
A pesar de contar con mayor espacio fiscal, el gasto de capital de los estados destinado a obra pública, infraestructura y desarrollo permanece estancado.
De acuerdo con Fitch Ratings –en su portafolio de entidades calificadas–, la mediana del Gasto de Capital (GC) se mantiene por debajo de 10% del gasto total, mientras que el gasto operativo absorbe más de 90% del presupuesto, un umbral insuficiente para dinamizar la economía local.
En los últimos años, la inversión apenas ha logrado recuperar los niveles previos a la pandemia, “sostenida principalmente por la mejora de los márgenes operativos más que por la contratación de deuda”; es decir, los estados están utilizando sus superávits para financiar una inversión modesta, mientras que la contratación de deuda para inversión pública productiva se estancó.
Entorno macroeconómico
El entorno macroeconómico plantea retos inmediatos para el desarrollo estatal, ya que el crecimiento nacional sigue siendo lento y concentrado en aquellas entidades que reciben mayor inversión federal.
Mientras que la relación México-Estados Unidos y la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en el 2026 añaden incertidumbre sobre la competitividad, la Inversión Extranjera Directa y el empleo.
Frente a este escenario, Fitch Ratings destaca que las mejoras en la calidad crediticia de los gobiernos subnacionales y la expectativa de menores tasas de interés representan una ventana de oportunidad para incrementar el gasto de capital en infraestructura, seguridad, transporte, agua, saneamiento y turismo para impulsar el crecimiento económico estatal.
Entre los estados con mayor solvencia destacan Ciudad de México, Guanajuato y Querétaro, quienes lideran la calificación con “AAA(mex)”, también muestran perspectivas Estable y niveles de deuda moderados en relación con sus ingresos.


