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Inversión física aumentaría 9.7% en el 2026; representaría 2.5% del PIB
Para el siguiente año se plantea que de 24 funciones del gasto, 21 tengan incrementos y solo tres recortes, desde las 19 funciones que vieron menos recursos este año.

Luego de que este año el gobierno federal decidiera pasarle tijera al gasto en inversión física para lograr la consolidación fiscal, para el 2026 propone revertir esto y destinar mayores recursos al rubro, aunque incluso así continuará por debajo del máximo histórico que se alcanzó en el 2014, esto de acuerdo con un análisis de México Evalúa.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) propone que para el siguiente año, el gasto en inversión física sea de 960,100 millones de pesos que, de ser aprobado por la Cámara de Diputados, representaría un crecimiento de 10% en comparación con lo aprobado para este año.
De esta manera, la inversión en infraestructura – que se considera un rubro importante dado a su impacto en la economía - representará un nivel de 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB).
“La inversión pública en infraestructura mantendrá su papel en el fortalecimiento de la conectividad regional y en la generación de condiciones favorables para elevar la capacidad productiva e integrar de manera más equitativa el mercado interno”, indicó Hacienda en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) 2026.
En este sentido, la organización México Evalúa indicó que el nivel como porcentaje del PIB continúa por debajo del máximo alcanzado hace poco más de una década.
“El limitado potencial de desarrollo del gasto de inversión para el 2026 se vuelve más evidente al compararlo con el 2014, año en que este gasto representó 4.5% de la economía del país. Es decir, la cifra proyectada para 2026 está dos puntos del PIB por debajo de su máximo en la última década. Esta reducción es preocupante en un contexto de acelerado cambio tecnológico, donde la infraestructura impulsa no solo el crecimiento económico, sino que puede fortalecer de manera indirecta el capital humano al facilitar acceso a servicios básicos como educación y salud, entre otros”, consignó en su análisis.
Este año, el gasto en infraestructura tendrá un recorte de 12.7% en comparación con el año pasado, esto para tratar de reducir el déficit fiscal a un nivel de 4.3% del PIB. La drástica caída de este año en este rubro, así como el crecimiento del déficit, se debió al término de las obras de infraestructura del gobierno pasado.
Recortes en transporte
El análisis de México Evalúa señaló que, para el siguiente año, aunque continúan los proyectos prioritarios de inversión y se presume de que impulsarán el desarrollo en regiones rezagadas, promover bienestar social y fortalecer sectores estratégicos, se observan recortes en obras de transporte público que podrían mejorar la conectividad, además de que los recursos se continúan concentrando en proyectos emblemáticos del sexenio anterior.
“Los proyectos prioritarios registran recortes en tres obras de gran envergadura: el Tren AIFA–Pachuca, que dispondrá de 22,000 millones de pesos menos, lo que equivale a una disminución de 88%; el Tren México–Querétaro, con una caída de 21,000 millones de pesos que representa cerca de 70% menos; y el Tren Maya, que tendrá 11,000 millones de pesos menos que el año anterior, es decir, una reducción de 11 por ciento”, agregó.
De acuerdo con los Criterios Generales el Tren Maya tendrá este año un gasto de 30,000 millones de pesos, con lo que concentrará uno de casa cinco pesos del gasto enfocado a proyectos de ferrocarriles.
Combustibles y energía, los ganadores
En la inversión física, por rubros, el gran ganador fue el de combustibles y energía, el cual contiene recursos para las empresas públicas: la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
En total, para el siguiente año la administración de Claudia Sheinbaum propone un gasto en infraestructura orientada a combustibles y energía de 308,000 millones de pesos, 10% más que lo aprobado este año.
“En el 2026, de 24 funciones del gasto, 21 tendrán incrementos y solo tres enfrentarán recortes. Se trata de un rebote respecto al 2025, cuando 19 funciones disminuyeron frente a lo aprobado en el 2024. De ellas, solo tres funciones concentran 70% de los incrementos: Combustibles y Energía, Vivienda y Servicios Comunitarios, así como Salud. Esto se traduce a: mayor inversión para Pemex, más transferencias a entidades federativas y más inversión para el IMSS. Por el contrario, el sector más castigado respecto al 2025 será Transporte”, señaló la organización.
En el caso del gasto en inversión física en vivienda, lo propuesto para el siguiente año es de 290,000 millones de pesos, 4.8% más que este año, mientras que en salud se pretende un gasto de 52,300 millones de pesos, 58% más anual.

