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Durango y la meta de reconstrucción del pitcheo
Con una nueva directiva, los Generales de la Liga Mexicana de Beisbol buscan consolidar el staff de lanzadores.

Los Generales de Durango ocuparon en el 2017 y 2018, el último lugar en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). La planeación para la presente temporada fue complicada ante dicho antecedente.
Francisco Javier Lizárraga, gerente deportivo de Durango, indicó que aún no están como quisieran, “entiendo la situación del equipo, es una directiva nueva y es un poco complicado traer pitchers sólo porque sí. Estamos haciendo el trabajo poco a poco”.
La franquicia está enfocada a consolidar dicho departamento. Integraron como coach de pitcheo a Ricardo Osuna. De su actual staff de lanzadores, cuatro elementos permanecen desde el 2017, otros cuatro disputaron la temporada pasada e integraron a nueve jugadores para la presente fase regular.
En lo que se ha disputado de la presente fase regular, la novena ocupa la décimo primera posición en el promedio de carreras limpias colectivo (6.37) –hace dos semanas la organización estaba en el octavo lugar- y ocupa la sexta posición en relación con el número de ponches (251).
Los lanzadores de los Generales en promedio tienen 29.4 años. El elemento más joven es Esteban Romero (22 años) y el de mayor edad es Rafael Díaz (48 años).
El brasileño Tiago Da Silva mencionó que los problemas que tenían eran principalmente en el Estadio Francisco Villa en donde vuela mucho la bola.
“Para nosotros son más efectivos lanzamientos que van de strike a bola, es decir, que los bateadores piensen que son strike y caen en bola, ahí nosotros hacemos fallar a los bateadores”.
Da Silva pasó de desempeñarse como cerrador a estar en la rotación de abridores. Este año es el tercero para los Generales en la LMB, fue en noviembre del 2016 que se aprobó la mudanza de la organización de Ciudad del Carmen a Durango, y hasta ahora no ha logrado dejar las últimas posiciones de la Zona Norte. En lo que se ha disputado de la campaña, Durango registra una marca de 13-20 –la mayor proporción de las derrotas las han acumulado como locales-.
“Hago énfasis en los jugadores en lanzar en la zona de adentro del bateador, en no dejar que extiendan mucho los brazos [...] la zona de adentro de cada bateador es la zona más difícil y poco a poco los muchachos se han ido adaptando. Cualquier lanzador que lance en la zona de adentro podrá ganar en cualquier parque”, señala el coach de pitcheo, Ricardo Osuna.
Los lanzadores de los Generales tanto los jóvenes y experimentados “son elementos para cada situación del juego, es una buena mezcla y sacaremos mucho provecho”.
El aprendiz cubano
Jorge Martínez y el perfeccionamiento de sus lanzamientos
“Yo no tiraba cambio de velocidad cuando estaba en Cuba”.
Jorge Martínez incluyó el lanzamiento en su repertorio hace tres años y lo aprendió tras salir de la isla, donde jugó del 2003 al 2012 con los Cocodrilos de Matanzas.
Es un pitcheo que ha perfeccionado hasta colocarse como el segundo lanzador que más adversarios elimina (42), en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y está empatado con Alex Delgado (Oaxaca) y Josh Lowey (Acereros).
El lanzador Raúl Rivero ayudó a Jorge a perfeccionar el lanzamiento durante su estancia en Italia, en el 2018, con el Unipol Bologna, en la Serie A1.
“El mío es la mitad de lo que él tira. Trato de imitarlo en lo que pueda y eso me ha dado muchos resultados contra los zurdos”.
La fase regular que jugó en la liga italiana se resumió en un un récord de 8-1, efectividad de 1.95 y 84 ponches en 73.2 innings.
El trabajo continuó en el invierno con José Rosado, coach de pitcheo de los Cardenales de Lara y los receptores. La temporada 2018-2019 fue la tercera que disputó con los Cardenales y logró ser el pitcher del año en la liga venezolana, reconocimiento que buscó obtener tras entrarse que la campaña previa había quedado en la tercera posición.
Es un reconocimiento que colaboró para que se concretara su regreso a la LMB, ya que en el 2016 fue parte de los Diablos Rojos y en el 2017 de los Olmecas, en lo que participó en un total de 20 encuentros.
En su estancia en Italia, además, de trabajar en lo físico, en mejorar su pitcheos, pasar más tiempo con su familia también reflexionó sobre qué debía hacer si regresaba a la LMB. La oportunidad se concretó con Durango, que le garantizó el trabajo y optó por la franquicia.
De los siete juegos que ha subido a la loma (2-2 y una efectividad 3.89), acumula cinco en donde ha retirado entre siete y ocho adversarios y la mayor proporción es contra los bateadores derechos, al que más ha ponchado es a Luis Alfonso Cruz (4) y otro seis bateadores los ha anulado en tres ocasiones.