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¿Qué hacemos con la información que tenemos en México sobre obesidad en adolescentes?

"Gran acierto, poner en el centro de la atención a los adolescentes con obesidad, nos ayudarán a reducir riesgos en el futuro”, coinciden los médicos Leonardo Guadalupe Mancillas Adame, Rafael Violante Ortiz y Rafael Bravo Vera, asistentes al Congreso Europeo de Obesidad, en Maastricht.

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Doctores Leonardo Guadalupe Mancillas Adame, Rafael Violante Ortiz y Rafael Bravo Vera, médicos mexicanos asistentes al Congreso Europeo de Obesidad. Foto EE: Nelly Toche

Maastricht, Países Bajos.- Luego de la presentación de los resultados del estudio internacional Action Teens, en el que también participó una muestra mexicana, la más grande de todas con 1,825 participantes y que revela percepciones, actitudes, creencias y las potenciales barreras para el cuidado efectivo de la obesidad en jóvenes de 12 a 17 años, El Economista conversó con tres especialistas mexicanos que estuvieron presentes durante el Congreso Europeo de Obesidad 2022, celebrado en Maastricht, Países Bajos.

Con este estudio pudimos entender que el 76% de encuestados consideró que su peso estaba por encima de lo normal, el 72% estaban preocupados por su peso y el 85% son conscientes de que el sobrepeso afectará su salud futura. El 67% cree que podrían perder peso si se lo proponen y el 65% sienten que la pérdida de peso es responsabilidad exclusiva de ellos como adolescentes. Sus principales motivadores son querer estar en forma, mejorar su vida social y mayor popularidad en redes sociales, en ningún momento hablan de efectos en su salud.

La pregunta clave, y ¿para qué nos sirven estos datos en México?

El doctor Leonardo Guadalupe Mancillas Adame, profesor de la Facultad de Medicina y coordinador de la Clínica de Diabetes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, comparte que lo busca este estudio es un lenguaje común, “que lo que el paciente busca como atención de la obesidad sea lo mismo que buscamos nosotros como profesionales de la salud. Tener un estudio así en adolescentes es muy valioso, porque tienen lenguajes diferentes y son rápidamente cambiantes, por estas características el entendimiento tiene que ser igual de profundo que el de un adulto o un niño”.

Para el doctor Rafael Violante Ortiz, especialista en endocrinología, a este tipo de enfermedades normalmente se llega tarde; pero hay un sueño dentro de la obesidad que no es inalcanzable y es la prevención, “hoy tenemos una población muy sensible a lo que pasa en los niños, otra en los adultos, pero hablar de los adolescentes y ponerlos en el centro de la discusión para ser escuchados, es un ejercicio duro, pero fue un gran acierto. Intervenciones más tempranas nos ayudarán a reducir riesgos en el futuro”.

En palabras del doctor Rafael Bravo Vera, especialista en medicina interna, endocrinología y vicepresidente de obesidad, NASH, y publicaciones en el área de asunto médicos globales de Novo Nordisk, si pensamos en dónde vamos a estar en los siguientes 20 o 30 años en cuanto a la epidemia mundial de obesidad, tenemos que empezar por poner el foco en niños y adolescentes, pues será nuestra población adulta en las siguientes décadas.

Asegura que Action Teens es un parteaguas, “creo que pone al paciente en el centro, con una población muy vulnerable, que son niños y adolescentes. Nos deja a los especialistas con el reto de capacitarnos más, pues además de la obesidad como tal, hay temas como diabetes, hipertensión, problemas de colesterol, totalmente relacionados con la enfermedad”. Él se pregunta ¿Qué quiere saber uno, la enfermedad que vas a ver en un año, o la enfermedad que vas a ver todos los días, como la obesidad?, asegura que esto es una llamada de atención para los médicos y es relevante.

Entender a la obesidad como un problema de salud, dejar la discriminación atrás

Los especialistas se vieron convencidos de la necesidad de trabajar en esta población, aseguran que el paciente evoluciona y la transición del cuidado del adolescente se va a volver el cuidado del adulto, “lo que tenemos que entender es cómo ese paciente va cambiando conforme a su percepción acerca de la enfermedad a lo largo de la vida, esta construcción en bloques permite ir integrando ese conocimiento. Ir entendiendo las etapas de la vida va permitiendo construir y entender la obesidad tanto los profesionales de la salud y quienes lo viven”, opina  Mancillas Adame.

 Violante Ortiz concuerda y agrega que la forma de abordar la obesidad ha ido cambiando, “pasamos de la idea de que con una pastilla se soluciona el tema, a entender la complejidad y sus múltiples factores. Estudios como este son necesarios porque explican todo, desde la parte médica, pero también los problemas de los familiares para entender a los pacientes, el propio paciente, y algunas ideas para transformar el escenario”

Aunque asegura que todavía está reflexionando cómo poder atender esta situación, de entrada considera que hay tres mensajes que hay que llevar a toda la comunidad, pero específicamente al gobierno.

Primero, es dramático que sólo el 13% de los médicos que tratan obesidad, reconocieron tener al menos un día de entrenamiento. “Esto es una llamada de atención urgente, esta labor de capacitación la han asumido los laboratorios, pero esto debería ser competencia de instituciones de salud y universidades”.

En este sentido, el doctor Mancillas apunta que existen pequeños, pero significativos esfuerzos en el país. “Decir solo una hora es un tanto injusto, porque se dedican muchas horas para entender enfermedades relacionadas”, también como un ejemplo de cosas que se están haciendo, en la Universidad Autónoma de Nuevo León, el doctor Mancillas coordina la cátedra de nutrición, él platica que en la licenciatura desde 2009 ya se tiene un semestre completo de nutrición y obesidad “así como empezamos nosotros hay escuelas de medicina que están cambiando, esto es algo positivo, que se va a tardar en verse el impacto, pero la conciencia está sucediendo”.

Un segundo aspecto es poner énfasis en ¿qué sienten los pacientes?, “cuando tú pones a un paciente a hablar a los médicos, es una perspectiva muy sensible que nunca había imaginado. Es momento de despertar conciencias dormidas en los especialistas de la salud”, dijo el doctor Violante Ortiz.

Agrega que ahora en estos encuentros lo que falta es ver al gobierno y la Secretaría de Salud, específicamente hablando de México, porque ahora vemos a farmacéuticas, proveedores de servicios, médicos, pacientes, prensa, “Yo creo que es tiempo de iniciar una acción hacia el abordaje de la enfermedad de una manera diferente y hay que agarrarse de este estudio que nos da tanto”.

En un tercer aspecto, el especialista destaca que será muy importante recibir los resultados en población mexicana, pues tener datos tan precisos permitirá tomar acciones concretas, el mismo Dr.Violante Ortiz se ofrece a ser una voz para llamar la atención de todos.

“Hasta ahora los esfuerzos para entender la obesidad y mejorar la percepción de la enfermedad han sido individuales, de sociedades y de la industria farmacéutica, mientras el gobierno no tenga una fuerza real de lucha contra este problema por ejemplo, enseñando a los niños desde el kínder a comer fruta, revisando la lonchera, generando espacios de ejercicio, materias para los estudiantes de medicina, el problema seguirá creciendo”.

En este sentido, nuevamente Mancillas compartió algunas acciones locales. “Desde 2008 en Nuevo León tenemos un programa de atención a la obesidad, este quedó legislado y con mira transexenal, con él existe la posibilidad de hacer diagnóstico con una encuesta periódica que está dada en la Ley y transdisciplinaria, participa la Secretaría de Salud y la de Educación. De manera local se ataca con una propuesta poblacional, así todos los niños en edad escolar son medidos de forma obligatoria y con una parte educativa, hoy los números están reportados en la encuesta PASOS con buenos resultados”.

Nuevos modelos de atención

Los especialistas concluyen que la forma de atender a los pacientes deberá evolucionar. “Hoy tenemos más herramientas de educación, cognitivo conductuales farmacológicas, mi lectura del congreso hoy es que la obesidad es una enfermedad crónica, pero que a diferencia de hace algunos años, hoy tenemos un mejor entendimiento de la obesidad y estamos en el proceso de integrar más herramientas de diagnóstico y tratamiento para la propia obesidad y sus complicaciones”, dijo Mancillas Adame.

Agrega que los modelos de atención tienen que cambiar, “en otros países no es que se tengan más médicos, sino abordajes distintos, debemos empezar a pensar para un país como México en la atención grupal, puntos de contacto diversos y breves, acompañado de un equipo de salud que también puede proveer soluciones, crear verdaderos espacios de atención integral, necesitamos tomar decisiones médicas compartidas, estos modelos permiten integrar al paciente, para empoderarlo y que sea responsable de las decisiones que toma de forma cotidiana, pero que también el equipo de salud sean responsables y no dejar de brindar la atención que se necesite”.

Bravo Vera concluye que el mensaje de los pacientes en el encuentro de Maastricht fue preciso: “Nos dijeron, no están haciendo su trabajo como comunidad médica, este fue un mensaje muy fuerte, si al menos un porcentaje de los médicos se llevan una reflexión al respecto, la situación podrá cambiar, si tenemos más médicos preparados a los pacientes con obesidad les va a ir mejor y los van a tratar con respeto, sin transferir culpas y con corresponsabilidad”. En México existen asociaciones que buscan unir los puntos como Obesidades, que trabaja para que la imagen negativa y estigmatizada de la persona con obesidad se aleje de ese sesgo. 

nelly.toche@eleconomista.mx

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