Lectura 3:00 min
¿Y el juicio a expresidentes?
El martes ocho de febrero de este año el exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, dijo en Nueva York, al comparecer como testigo en el juicio de Estados Unidos contra García Luna, que Felipe Calderón, y el propio García Luna, dieron la orden de proteger al Chapo Guzmán. La acusación alcanzó las primeras planas, por escandalosa, pero apenas tiene como sustento los dichos de Veytia, quien juró decir la verdad durante el juicio, como se estila en el país del norte.
Traigo a colación lo anterior porque, al leer sobre la denuncia contra el expresidente Calderón, recordé la consulta popular del primero de agosto de 2021, en la que se preguntó a los votantes mexicanos lo siguiente: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”. Alrededor del noventa por ciento de quienes acudieron a las casillas votó que sí estaba de acuerdo. Aunque la participación fue muy baja: menos del ocho por ciento del padrón acudió a ejercer su derecho, lo que impidió que el resultado de la consulta fuera vinculante. El ejercicio participativo costó, según diversos reportes de prensa, que citan al consejero electoral Uuc-kib Espadas, 528 millones de pesos.
El lunes 2 de agosto de 2021, día siguiente al de la consulta, López Obrador declaró en su conferencia mañanera: “Yo creo que esto (que no se alcanzara el porcentaje necesario para que el resultado fuera vinculante) no descarta la posibilidad de que haya juicios (contra expresidentes). La autoridad tiene en todo momento el derecho de actuar cuando se trata de asuntos judiciales siempre y cuando haya pruebas y elementos, esto queda abierto. La consulta más que nada era para iniciar procesos siempre y cuando se lograra que fuese con una participación del 40 por ciento y de esa manera vinculatoria”.
¿Si los juicios se podían llevar a cabo sin consulta, para qué se gastaron esos millones de pesos en consultar a la gente? ¿Para lavarse las manos? Porque lo cierto es que a 18 meses de la consulta seguimos sin ver procesos judiciales contra expresidentes. Pareciera que para López Obrador el hecho de que el resultado de la consulta no fuera vinculante implica que no debemos juzgar a los supuestos criminales. Pero como ya se discutió entonces, donde se presumen delitos habría que investigar y saldar cuentas con la justicia.
Al parecer el único juicio contra expresidentes que veremos será tangencial y se llevará a cabo en otro país, porque en México la justicia es pantomima y las consultas (al menos las vistas hasta ahora) dispendio, motor de discordia y tomadura de pelo.