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Opinión

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Paralelismos

A pesar de que las circunstancias son diferentes entre la elección presidencial del año 2000 y la próxima del 2024, podemos extraer algunas similitudes que indican que de ninguna manera está ya resuelto el triunfo de Claudia.  En 1999 existía mucho escepticismo de que el candidato Fox fuese capaz de sacar al PRI de los Pinos después de 71 años. En forma similar, la 4T nos quiere hacer creer que será casi imposible sacar a Morena del poder.

Hay paralelismos entre el candidato Labastida de entonces y Claudia. Así como Labastida fue un candidato poco carismático, mal orador, que no entusiasmaba a multitudes, así es Claudia. En cambio, con su carisma, Fox encendía a una muchedumbre, al igual que Xóchitl. Sin acarreos, Labastida no llenaba las plazas, Claudia tampoco. Al igual como lo hará Morena, el PRI echó mano de todo el aparato gubernamental para orquestar una elección de estado. Ese era un gran reto para Fox y lo será para Xóchitl. Claudia como Labastida no ofrece ideas nuevas, en cambio Xóchitl como Fox plantea propuestas innovadoras. Fox fue un candidato echado para adelante con enjundia, muy seguro de sí mismo, así es Xóchitl y así no fue Labastida ni es Claudia. Xóchitl tiene la habilidad de revirar con rapidez como vimos que lo hizo Fox. Ella es precisa en sus revires, Claudia muchas veces es torpe y nos recuerda a Labastida.

En las encuestas también hay un cierto paralelismo. Éstas en 1999 comenzaron a indicar una cómoda ventaja de Labastida. Reforma por ejemplo mostraba en noviembre 53.1% frente a 33.3%. Sin embargo, ya para inicios de 2000, una minoría de encuestas comienza a puntear a Fox. La empresa GEA, por ejemplo, le da la ventaja por primera vez en febrero de 44% vs. 36%. Reforma en cambio, mantenía una ventaja para Labastida de en promedio 9 puntos porcentuales durante febrero a abril, y en mayo la diferencia se redujo a 2 puntos. En cambio GEA consistentemente mantuvo en todas sus encuestas de 2000 la ventaja de Fox. En la última encuesta de mayo, GEA indicaba 43.6% para Fox y 38.6% para el candidato del PRI. De siete casas encuestadoras, sólo dos tenían a Fox por delante en mayo.

La lección parece clara: Aunque GEA acertó, las encuestas no son determinantes lo que, por ahora, son buenas noticias para Xóchitl. Hay que ser escépticos de las encuestas, pues la gente no siempre revela su verdadera intención. Además, Xóchitl aún tiene mucho espacio para  crecer, Claudia no. Así fue con Fox vs. Labastida. Si un candidato carismático, audaz, que ofrecía una visión fresca pudo sacar al PRI  de la presidencia después de 71 años, el triunfo de Xóchitl puede ser factible.

Donde seguramente no habrá un paralelismo ante un posible triunfo de Xóchitl, es en la reacción que tuvo Zedillo para reconocer el triunfo de la oposición y la que se puede prever que tendría López Obrador. Es la diferencia entre un presidente demócrata y uno autoritario. (Nota: las cifras de las encuestas de 1999-2000 se obtuvieron del artículo de Murillo Kuschick, “Las encuestas y la elección del año 2000”, disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42118010 )

Twitter: @frubli

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Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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