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Más impuestos a bebidas azucaradas, medida insuficiente para reducir su consumo: especialistas
El gobierno federal propuso un incremento del 87.3 % en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas.
Refrescos
El incremento propuesto del 87.3 % en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucarada es una medida que por sí sola es insuficiente para reducir su consumo y a la que se ha recurrido por años sin resultados claros, opinaron analistas.
“Es una medida a la que se ha recurrido en los últimos años, pero que hasta el día de hoy no ha funcionado y se plantea todavía complicado que funcionen si no va acompañada con programas de salud que debería de implementar el gobierno federal”, opinó Jacobo Rodríguez, especialista en temas financieros en Roga Capital.
Subrayó que la prevalencia de enfermedades ligadas a su consumo no se ha reducido. Además, las ganancias de las empresas tampoco han disminuido, en parte, por los hábitos de consumo de los mexicanos y por las estrategias que han adoptado las compañías refresqueras.
La Secretaría de Salud informó que actualmente, uno de cada tres nuevos casos de diabetes mellitus y uno de cada siete nuevos casos de enfermedades cardiovasculares en México está relacionado con el consumo de bebidas azucaradas.
Mientras que el 88% de la población en México considera que el consumo de refrescos es dañino para la salud, aunque el 50% de los encuestados los siguen consumiendo por gusto.
En tanto, un 45% de los encuestados afirmó consumirlos una vez por semana y el 29% lo hace a diario, de acuerdo con una encuesta presentada este martes por la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Entonces, no impactaría en el consumo, nada más por el concepto de aumento de impuestos”, anotó Jacobo Rodríguez.
Para conocer la postura de la industria, se consultó a la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb), pero informó que, por ahora, no dará declaraciones al respecto.
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Mayor impuesto
Por su parte, Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico en Monex Casa de Bolsa, explicó que el impacto del impuesto dependerá, en gran medida, de qué tan inelástica sea la demanda entre los consumidores - qué tan dispuestos están a seguir comprando las bebidas a pesar del aumento de precio-.
Recordó que en 2025 el incremento fue de solo siete centavos por litro, al pasar de 1.57 a 1.64 pesos, por lo que su efecto en el consumo fue prácticamente nulo.
En contraste, el ajuste anunciado para el 2026 es mucho mayor, al establecerse una cuota de 3.0818 pesos por litro, lo que podría generar un cambio más significativo en el comportamiento del consumidor.
“Este aumento es significativo, estamos hablando de un incremento del 87.3%, lo cual no es poca cosa. Es posible que ante un incremento tan importante también veamos un impacto significativo para alcanzar los objetivos que se tienen al imponer este tipo de impuesto”, explicó Janneth Quiroz.
Por lo que, en algún momento, prosiguió, los productores terminarán trasladando el incremento del impuesto a los consumidores, reflejándose en alzas en el precio de las bebidas azucaradas.
Jacobo Rodríguez añadió que, para mantener su rentabilidad, las refresqueras cambian la presentación de sus bebidas por más pequeñas, esto de alguna manera provoca que el consumidor siga consumiéndolas.
Doble mandato
La medida tiene un doble mandato, resaltó Janneth Quiroz. Por una parte, busca desincentivar el consumo de bebidas azucaradas al encarecer su precio; y por otro, aumentar la recaudación para destinar más recursos al gasto en salud, ante las enfermedades derivadas por el alto consumo.
En México, cada persona consume en promedio 166 litros de refresco al año. Y una botella de 600 mililitros puede contener hasta 15 cucharadas de azúcar y, si se toma a diario, esa cantidad se acumula en el organismo, provocando enfermedades renales, cardiovasculares, diabetes, entre otras, según datos de la Secretaría de Salud.
“Es muy importante que se haga el esfuerzo. Y, además, todo lo que se va a recaudar vaya precisamente para atender las enfermedades que tienen que ver con el abuso (aunque) muchas de las empresas que venden bebidas azucaradas dicen que “no hay pruebas de que tenga efectos en la salud”, manifestó la presidenta.
Este jueves, dijo, que prevén presentar estudios que respaldan los daños a la salud por el consumo de este tipo de bebidas.
Jannet Quiroz consideró que es “altamente probable que se apruebe el IEPS a bebidas azucaradas”, ya que persigue un objetivo positivo, que es mejorar la salud de la población y, en todo caso, una mayor recaudación para poder hacer frente a los retos de salud.