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Arte e Ideas

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Javier Camarena seduce en Expo Dubái con “Cielito lindo”

El tenor mexicano celebró el Día de México en la feria más grande de todos los tiempos. Abrió la noche con algunas arias, y terminó con temas emblemáticos mexicanos, el público de pie coreó y aplaudió el “ay, ay, ay, ay, canta y no llores” y “México lindo y querido”.

Ha sido una semana especial para el Pabellón de México en la Expo 2020 Dubái.

Desde su inicio, en octubre pasado, la feria mundial más grande de la historia, con la presencia de más de 200 países en un parque construido ex profeso para la ocasión, y hasta marzo del próximo año, cada país ha tenido o tendrá la oportunidad de lucirse al menos un día ante los ojos del mundo a través de una programación extendida y la oportunidad de llevar sus espectáculos nacionales a los múltiples escenarios del complejo.

Y el Día Nacional de México en la Expo se concretó este miércoles con la presentación del tenor Javier Camarena, aunque el programa especial se extendió a una semana, con actos en vivo de referentes de la multiplicidad cultural de México, entre ellos, las presentaciones de la bailarina Elisa Carrillo, el lunes pasado, y del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández al día siguiente.

El Dubai Millennium Amphitheatre, uno de los varios espacios abiertos para presentaciones musicales de la Expo, estaba prácticamente lleno, en su mayoría por el público mexicano, pero también había una nutrida presencia de audiencia que acudió porque sabía y deseaba escuchar la voz privilegiada y tan ovacionada del maestro Camarena.

“Con mi familia vinimos a Dubái para recorrer los Emiratos por una semana y visitar la Expo por los próximos cuatro días. En realidad, solamente la íbamos a visitar por tres días, pero me enteré de la presencia del tenor y convencí a mis hijos y mi esposo de venir un día más para poder verlo. No puedo creer que esté tan cerca de él. Es uno de los pocos cantantes que ha bisado (repetir un aria) más de una vez por exigencia del público”, dijo Anik, una turista francesa que aguardaba sobre las escalinatas del anfiteatro, junto con su esposo y dos hijos, la aparición de Camarena en este escenario ubicado en la Zona Al Forsan del complejo.

Y entonces apareció el tenor nacido en Xalapa, Veracruz, en 1976. Iba acompañado por el joven pianista Ángel Rodríguez. Juntos interpretaron con maestría piezas emblemáticas del bel canto como “O sole mio”, “Funiculì, Funiculà” y “La donna è mobile”, mientras de fondo se proyectaban escenas de los paisajes, arquitectura, artes y otros emblemas de nuestro país.

No mucho más tarde, el celebrado tenor decidió romper la solemnidad e interpretó varios boleros como “Sabor a mí”, de Álvaro Carrillo; “Enamorada”, de Consuelo Velázquez, y “El andariego”, también de Carrillo. El cantante iba tomando la temperatura del público y se veía muy conversador con el pianista. Juntos tomaban decisiones de último momento sobre los temas que iban interpretando. Después fueron “Cielito lindo” y, para esta, el público estaba totalmente entregado y coreaba “ay, ay, ay, ay, canta y no llores…”. Después se decantó por “El rey”, que mereció una ovación de pie. Le siguieron “Cómo fue” y “Serenata huasteca”.

Pero la verdadera fiesta comenzó cuando el tenor avisó que se ausentaría del escenario por un “intermedio” que se convirtió en sorpresa, toda vez que de inmediato comenzaron a sonar las cuerdas y trompetas del Mariachi de la Secretaría de Marina, que tomaba el escenario y al que Camarena se unió para ofrecer “La bikina”, “Malagueña salerosa” y “México lindo y querido”. Esta última, ya con el jubilo a tope.

Si bien las gradas del anfiteatro ya estaban prácticamente llenas, a los costados del espacio al aire libre se iban sumando los paseantes que quedaban seducidos por la voz del tenor y asombrados por el ímpetu in crescendo de la audiencia. Levantaban su celular y registraban las notas altas de Camarena y las imágenes nacionales que ocupaban todo el fondo del escenario.

Hubo ovaciones de pie y dos veces se le exigió que no se fuera del escenario, pero tuvo que abandonar por cuestiones de itinerario. Pese a eso, el público permaneció por aproximadamente un minuto a la espera de un nuevo regreso del tenor. Aunque no fue así, la emoción aún era evidente.

A esta semana de celebraciones a la mexicana se unirá La Sonora Santanera que, por cierto, es quizás la agrupación más esperada de México en la Expo, a decir de varios visitantes mexicanos.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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