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Arte e Ideas

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¿Está lloviendo cada vez más fuerte?

Fuertes lluvias podrían relacionarse con el cambio climático, pero hay otros factores, opina experto.

Ante las constantes lluvias que se han sentido en gran parte del territorio nacional y que, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, continuarán con niveles que van de fuertes a intensos, acompañadas de actividad eléctrica, granizo, fuertes rachas de viento, así como desarrollo de tolvaneras o torbellinos y posibles tornados, la percepción de una inminente respuesta al cambio climático es una constante entre la población.

¿Es normal que llueva así?, se pregunta la gente. Ante esta incógnita, el doctor Diego Adolfo Alfaro Berea, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que la pregunta es genuina y tiene varias respuestas.

“Lo que nosotros percibimos como seres humanos es el tiempo, lo que podría pasar es que ahora sentimos que está lloviendo mucho y el próximo año puede ser que las lluvias regresen al promedio; eso no quiere decir que no haya cambio climático” y explica los porqués.

Por un lado, es posible que se den eventos muy fuertes o extremos en ciertas ocasiones, dijo, pero no se puede atribuir un solo fenómeno al cambio climático, aunque puede estar relacionado.

Pidió tener en mente que estos fenómenos se han dado desde siempre, “incluso tenemos históricos donde la Ciudad de México, por ejemplo, luce totalmente inundada y esto en diversos años”. Agregó que para eventos puntuales, se tiene que investigar si el evento está inmerso en un cambio de dinámica de las condiciones promedio o sólo se trata de un pico.

Por otro lado, expresó que si aterrizamos esa discusión al argumento de cambio climático, es muy difícil hacer la atribución de un fenómeno o temporada en particular a este tema. Explicó que en el caso del clima, éste se define como una condición promedio que caracteriza la circulación atmosférica y las precipitaciones en un lugar determinado. “Esto requiere de muchos años para ver si en verdad han cambiado las condiciones”. Por lo anterior, el especialista concluyó que es muy difícil hacer una atribución precisa.

No es lo mismo clima que tiempo

El doctor Alfaro agregó un componente que hace más complicado aún el entendimiento de estos fenómenos. “En México, hay un problema para diferenciar entre clima y tiempo, pues los términos se usan de manera indistinta; sin embargo, aunque la distinción es algo sutil, en términos científicos esto no es correcto”.

Clima, reiteró, es una situación promedio que determina las condiciones generales de una región; entonces, el clima mexicano, por ejemplo, tiene ciertos componentes que son desérticos, otros cercanos a la dinámica tropical, determinada por lluvias muy frecuentes e intensas, todo esto sería una caracterización climática; es decir, las condiciones promedio.

El tiempo, por su parte, corresponde a la manifestación de fenómenos en un momento y lugar determinados. Si hoy tenemos lluvias intensas, como evento preciso, definitivamente corresponde al tiempo meteorológico. Esto es lo que generalmente consultamos a través del Sistema Meteorológico Nacional.

Evidencia científica

Se tiene evidencia de que a gran escala, el clima sí ha sufrido cambios importantes, incluso existen estimaciones a futuro.

El IPCC, por ejemplo, un estudio a gran escala del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, a partir de varios análisis —principalmente basados en modelos numéricos y observación—, han contrastado las condiciones actuales con el pasado y han identificado estos cambios en la dinámica climática.

“Es probable que existan más regiones en las que haya aumentado el número de sucesos de precipitaciones intensas que en las que haya disminuido. La reciente detección de una tendencia creciente en las precipitaciones y caudales extremos en algunas captaciones conllevan mayores riesgos de inundación a escala regional (nivel de confianza medio)”, se lee en el informe.

Lluvias irán en aumento

También explica que los cambios en la precipitación no serán uniformes. “Es probable que en las latitudes altas y en el océano Pacífico ecuatorial se experimente un aumento en la precipitación media anual”. Por otro lado, “es probable que la precipitación media disminuya en muchas regiones secas de latitud media y subtropicales, mientras que es probable que en muchas regiones húmedas de latitud media la precipitación media aumente”.

También dijo que “es muy probable que sean más intensos y frecuentes los episodios de precipitación extrema en la mayoría de las masas terrestres de latitud media y en las regiones tropicales húmedas”.

Aun así, el especialista pidió tener mucho cuidado en la interpretación de los datos. “No es que los estudios estén mal hechos, pero en este tipo de investigaciones hay varios supuestos, por ejemplo, que los gases de efecto invernadero van a seguir cierta trayectoria a futuro”.

“Otro tema es que muchas veces los modelos no contemplan algunos procesos de precipitación y se pierden detalles. Entonces, hay algunas cuestiones que definitivamente no conocemos 100%, pero se ha visto que el cambio climático si va a afectar el planeta y a México”.

Por último, aseguró que estudios como el del IPCC, sirven para que a nivel regional y local, se hagan políticas públicas que consideren las particularidades y peligros asociados a la localidad.

“Existen recomendaciones en cuanto a políticas, mitigación, prevención y adaptación. Estas dos últimas tienen que ver con cambios en nuestra estructura de consumo para no exacerbar el problema de emisión de gases de efecto invernadero e incluyen estrategias de urbanización, en el medio agrícola y otras áreas”.

nelly.toche@eleconomista.mx

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