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Operación del aparato público, diseñado para la corrupción: ABM
El diagnóstico es claro: la reducción del uso del efectivo en el país es necesaria no sólo para lograr una mayor inclusión financiera y combatir la informalidad, sino también para hacer un combate frontal a la corrupción.

El diagnóstico es claro: la reducción del uso del efectivo en el país es necesaria no sólo para lograr una mayor inclusión financiera y combatir la informalidad, sino también para hacer un combate frontal a la corrupción.
En el foro No Money: El fin del efectivo, organizado por el diario español El País, BBVA y Visa, quedó de manifiesto que el uso de papel moneda está relacionado con la corrupción.
El más enfático en ello fue el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, quien destacó que la corrupción es un asunto multifactorial y estructural.
“Tenemos un diseño de la operación del aparato público en sus tres niveles: federal, estatal y municipal, planteado con precisión matemática para la corrupción”, dijo durante su participación.
En este sentido, consideró que lo que se tiene que hacer en este tema es eficientar la burocracia, pues si para obtener un permiso para lo que sea, se toman, por ejemplo, “80 pasos, un año de trámites y un montón de dinero”, se presta a corrupción.
Ricardo Alvarado, investigador de Mexicanos contra la Corrupción, comentó por su parte que en años electorales en México aumenta el flujo de efectivo; además de que 60% de los ingresos de los estados y municipios son en efectivo y al final no queda claro cuánto se recaudó ni cuánto se gastó.
De este modo, se pronunció por que se fiscalice el Estado y que no se utilice efectivo en ciertos pagos como los impuestos, para generar mayores mecanismos de transparencia.
Manuel Molano, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad, aludió a que el efectivo es a la corrupción lo que el agua a la navegación, aunque reconoció que no de todas las personas que están en la economía informal, como las personas que se ponen en las banquetas a vender artesanías, quiere decir que estén en la ilegalidad.
Se pronunció, en esta línea, porque se dé un mayor seguimiento a los flujos de efectivo, pero en mayores cantidades. “Si alguien quiere comprar una casa en Polanco en efectivo, ahí hay algo mal”.
CoDi, resultados en el mediano plazo
En el evento, también se destacó la plataforma de cobros digitales CoDi. Los participantes mencionaron que ayudará a reducir el uso del efectivo.
El presidente de la ABM dijo que, contrario a lo que ocurre con el efectivo, el mundo electrónico ahorra gran cantidad de dinero, y hacia allá es a donde se debe transitar, pero se requiere de la participación de todos.
“Tenemos que caminar todos juntos para que el efectivo vaya desapareciendo como medio de pago en muchos frentes como servicios públicos, cobro de impuestos, cobro en expendios de combustible y muchas otras cosas. Nos va a llevar ahí que no podamos pagar en efectivo y tengamos que usar un medio electrónico, y el CoDi nos va a llevar hacia allá, va a tomar tiempo, pero es barato, eficiente y disponible”, indicó.
Mencionó, sin embargo, que, al igual que pasó en un principio con las terminales punto de venta, la gente hoy dice que no usaría el CoDi porque serían fiscalizados, pero recordó que al final los pequeños comercios se dieron cuenta de que ganaban más formalizándose y cobrando con tarjetas, que estando en la informalidad.
“El efectivo es un dolor de cabeza para todos, desde el banco central que lo produce hasta los bancos que lo administramos, lo transportamos, los comercios, es carísimo”, enfatizó.