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En México, las oportunidades de educación están condicionadas por el código postal: especialistas
El acceso a la educación es desigual y quienes entran al sistema educativo son propensos a abandonarlo antes de alcanzar niveles superiores, expone una investigación realizada por México Evalúa, el Tecnológico de Monterrey y Educación con Calidad.
El sistema educativo mexicano acusa una crisis profunda que se manifiesta en que la posibilidad de aprender, seguir estudiando y prosperar, depende, en gran medida, del lugar y la condición social en la que nacen las personas, expone el informe “Aprender parejo: hacia la construcción de una agenda educativa 2024-2030”, elaborado por investigadores del Tecnológico de Monterrey, Educación con Calidad y México Evalúa.
El documento destaca que, desde los primeros años de vida, el acceso a la educación es desigual, y aquellas niñas o niños afortunados que entran al sistema educativo son propensos a abandonarlo antes de alcanzar niveles superiores, como la preparatoria o la universidad.
Esa desescolarización temprana se debe, entre otras razones, a que, como lo revelan las evaluaciones de aprendizajes en algunas entidades federativas y la prueba PISA (2022), 50% de los estudiantes lucha con la comprensión lectora y casi un 70% enfrenta obstáculos en matemáticas.
Los investigadores que participaron en ese trabajo subrayan que es necesario romper con el centralismo educativo y promover una distribución clara de responsabilidades entre diversos actores, desde el gobierno federal, hasta las autoridades locales y la sociedad civil.
El coordinador del proyecto Marco Antonio Fernández, líder de la iniciativa Educación con Equidad y Calidad del Tecnológico de Monterrey, afirmó que la evidencia señala que en México “las oportunidades de educación que se reciben y los aprendizajes que se alcanzan, sí están condicionados por el código postal en que uno vive, lo cual es inaceptable”.
Los cambios necesarios para mejorar la educación no dependen solamente de la acción gubernamental; es necesaria, además, una demanda social robusta”, exponen.
El investigador expuso que luego de analizar esa problemática el equipo de la iniciativa Aprender Parejo concluyó que es necesario redoblar el esfuerzo en cuatro ejes: recuperar trayectorias educativas completas a partir de generar aprendizajes para la mayoría de los niños y jóvenes del país; lograr mejores condiciones en las escuelas públicas de los diferentes niveles de educación, para generar las condiciones para el aprendizaje; acortar la distancia que hoy caracteriza el sistema educativo, de lo que los estudiantes están aprendiendo en la escuela y lo que se requiere en el mundo laboral y mejorar la gobernanza y la corresponsabilidad social.
Necesario, recuperar trayectorias educativas, señalan
El informe destaca que en México solo 7% de las infancias recibe atención educativa durante sus primeros tres años de vida y únicamente 62% asiste al preescolar.
De cada 100 niños que inician la primaria, solo 84 logran inscribirse en la preparatoria y apenas 54 la concluyen. De estos jóvenes, únicamente 28 egresarán de la educación superior, lo que implica que 72 de cada 100 se quedarán en el camino.
Eso explica que, en general, los mexicanos completamos, en promedio, apenas 9.7 años de escolaridad. Es decir, somos un país que se queda en la secundaria, sin pasar por servicios de primera infancia ni preparatoria, y sin completar los 18 años de educación obligatoria que establece la Constitución.
Ante esa situación recomiendan impulsar el sistema de seguimiento de trayectorias educativas para identificar estudiantes en riesgo de desvincularse de sus estudios e implementar estrategias oportunas de acompañamiento y Enriquecer las alternativas de formación continua, partiendo de diagnósticos participativos, entre varias acciones es más consignadas en el documento.
Se desconoce a dónde paran seis de cada 10 pesos asignados infraestructura educativa
Los investigadores refieren que, durante los últimos 12 años, la inversión en el sector ha ascendido a más de 450,000 millones de pesos; sin embargo, no se conoce a cabalidad cómo y en qué se ejercen estos recursos.
Aunque los fondos están destinados a mejorar los espacios educativos, en 2024 aún 40% de las escuelas públicas de educación básica carecen de servicios esenciales como electricidad, agua potable, lavabos y sanitarios independientes.
Esa necesidad de infraestructura básica contrasta marcadamente con las escuelas privadas, donde solo 8% enfrenta estas carencias.
Lo delicado del asunto es que se desconoce el proyecto de obra financiado en seis de cada 10 pesos asignados a las entidades de la federación entre 2018 y 2022, para infraestructura educativa.
En tanto, si se consideran las condiciones para aprender en casa, se observa que 44% de los hogares carecen de dispositivos tecnológicos suficientes para todos sus integrantes. La brecha entre hogares más y menos favorecidos es de 65 puntos porcentuales.
Ante ello, los investigadores recomiendan crear un Sistema de Monitoreo de la Infraestructura Educativa, mapear de manera exploratoria las condiciones de infraestructura y fortalecer los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP) y la SEP como dependencia reguladora, entre otras.
Proponen crear un Consejo Sectorial de Habilidades
El documento indica que las deficiencias en la formación académica a lo largo de la trayectoria educativa limitan severamente las oportunidades laborales de las personas jóvenes, quienes a menudo terminan en empleos que no aprovechan su potencial completo ni se corresponden con las habilidades que realmente poseen.
Refieren que 54% de las vacantes no se cubren por falta de habilidades, por lo que solo tres de cada 10 graduados trabajan en su campo de estudio.
Además, 57% de los programas de formación técnica que se imparten actualmente no han sido actualizados en los últimos 10 años.
Los especialistas involucrados en ese proyecto recomiendan impulsar la constitución de un Consejo Sectorial de Habilidades (CSH) como un esfuerzo de vinculación público-privada; reforzar las habilidades imprescindibles mediante tutorías, para mejorar el desempeño de estudiantes en comunicación, matemáticas, pensamiento científico e inglés y ofrecer acompañamiento a las y los docentes para el desarrollo de habilidades socioemocionales, entre otras.
Es un problema que solo se resolverá en equipo, indican
Los investigadores indican que para garantizar el acceso equitativo y el aprendizaje para las y los 35 millones de estudiantes en México se requiere de la colaboración de múltiples actores: desde las autoridades educativas federales y los gobiernos estatales, hasta las comunidades escolares, directivos, docentes, madres y padres de familia, el sector privado y la sociedad civil.
Para que este sistema funcione, refieren, es fundamental construir una visión común sobre la educación y las metas a alcanzar, y consensuar en torno a cuatro ejes principales: responsabilidades claras para cada actor o agente educativo; leyes que articulen correctamente el sistema educativo, limitando las tentaciones centralistas; políticas educativas efectivas y eficientes y rendición de cuentas para garantizar la transparencia y uso adecuado del presupuesto de educación.
Llaman la atención en que en los próximos cinco años la población de 15 a 17 años disminuirá 4.3%, lo que supone casi 300,000 estudiantes menos en edad de estudiar la educación media superior.