El Pacto le roba cámara a la iniciativa preferente

Incluida en la última reforma política aprobada por el Congreso de la Unión, la iniciativa preferente es una herramienta aún no utilizada por el gobierno de Enrique Peña para procesar de manera ágil iniciativas de reformas. El Pacto por México ha sustituido en los hechos tal procedimiento.

El inicio de un periodo de sesiones en el Congreso, en septiembre próximo, abre la oportunidad para el uso de esta figura. Cabe destacar que reformas trascendentes se esperan para el segundo semestre del 2013, como la hacendaria y la energética.

Publicada en agosto del 2012 en el Diario Oficial de la Federación, la reforma al Artículo 71 de la Constitución estipula que, al arrancar cada periodo ordinario de sesiones en el Congreso -en septiembre y febrero de cada año-, el Presidente podrá presentar hasta dos iniciativas para que los legisladores le otorguen un trámite preferente o que proyectos ya presentados anteriormente se dictaminen como tal, es decir, se rescaten de la llamada congeladora legislativa.

Cuando son presentadas por el Ejecutivo federal las dos iniciativas o se solicita que hasta dos proyectos sean incluidos en esta figura, el pleno de la Cámara de origen deberá discutir y votarlos en un plazo máximo de 30 días naturales.

Si no fuere así, la iniciativa, en sus términos y sin mayor trámite, será el primer asunto que deberá ser discutido y votado en la siguiente sesión del pleno. En caso de ser aprobado o modificado por la Cámara de su origen, el respectivo proyecto de ley o decreto pasará de inmediato a la Cámara revisora, la cual deberá discutirlo y votarlo en el mismo plazo (30 días) , reza el Artículo 71 de la Carta Magna.

En septiembre del 2012 -y poco antes de concluir su sexenio- el entonces Presidente Felipe Calderón utilizó la facultad y remitió al Congreso, junto con su último Informe de Gobierno, dos iniciativas para trámite preferente, la reforma laboral y un proyecto de modificaciones sobre contabilidad gubernamental. Ambas fueron aprobadas.

Firmado días después de arrancar su gobierno, en diciembre del 2012, Peña Nieto impulsó el mecanismo llamado Pacto por México para procesar reformas en el Congreso con el PAN, el PRD y el PRI.

Dos han sido aprobadas: la educativa y la de telecomunicaciones, ambas presentadas y respaldadas por los partidos firmantes del Pacto.

Actualmente, Peña Nieto tiene pendientes 15 iniciativas de dictaminar en el Congreso, 13 de ellas conforman la reforma financiera –también presentada a través del Pacto- y dos iniciativas que fueron presentadas de manera ordinaria ante el Legislativo.

mrubi@eleconomista.mx