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Camino al hoyo negro

El próximo domingo habrá de concretarse la salvajada. Con un congreso falsamente mayoritario; tomado a través de trampas, amagos y la complacencia de las autoridades autónomas, se hará realidad este próximo domingo la peor legislación jamás producida en nuestro país, para reformar el poder judicial, destruir el existente y volver a la justicia en México una herramienta del actual gobierno para servir a sus intereses.
Acaso, solo superada por la constitución centralista, en el sigo XIX que llevó a la independencia de Yucatán, de Texas, de Guatemala y a una guerra de intervención con los EEUU.
No deja de asombrar, la relativa pasividad que ha mostrado la sociedad frente a este asunto. Un poco porque nadie sabe o no quiere saber lo que significa la ausencia de un poder que le ponga contrapesos al legislativo y al ejecutivo. Las personas no quieren admitir que, con este golpe de timón, ya no habrá amparos ciertos, resolución de conflictos entre particulares o con la autoridad conforme a la ley, sino a quien tenga más poder, dinero o contactos en el gobierno, para hacer valer sus asuntos.
Nadie ha querido admitir que esta supuesta elección es un engaño, una tomadura de pelo, la más vulgar y abyecta demagogia, surgida de un loco con ínfulas de gran servidor de la patria y una pusilánime presidenta que no atina a encontrar su carácter como la titular del poder ejecutivo.
Los números no salen por más que uno le busque. Se calcula que entre 6.5 y 10 millones de personas votaran el domingo. Lo harán en 6 boletas que tendrán inscritos cerca de 3400 nombres, para ocupar 800 puestos en lugares de votación que sólo se abrirán la mitad respecto de cualquier elección, pues el gobierno hizo su reforma, pero no le alcanza para hacer una elección con todas las de la ley. Si todo eso sucede y 10 millones votan, se producirán 2,200 millones de votos que serán contados por alrededor de 6,000 personas que laboran en las oficinas centrales y en los órganos electorales de los estados. Deberán hacerlo en 10 días y dos veces. Las boletas que no se usen no se destruirán, quien sabe por qué y para qué las quieren listas para usarse de nuevo. No habrá, tampoco cartulinas diciendo cuantas personas se presentaron a votar ni quienes son los ganadores, en fin, un desastre y la incertidumbre total, respecto de la votación, pero no del resultado, pues ya se reparten acordeones para lograr que ciertas personas ganen al calor de las movilizaciones que los ciervos de la nación generaran en bastiones populares donde los programas sociales han conquistado electores leales.
Por todo ello, he llegado a la conclusión de que votar el primero de junio es sencillamente un despropósito. Lo es, porque convalida una reforma estúpida y grotesca, que se hace para que los leales del régimen queden en puestos claves, en donde el gobierno y la 4t quiere poder defender sus intereses y su voluntad. Lo es, porque convalida, a funcionarios públicos de los que nada, absolutamente nada me garantiza su correcto andar y proceder, los anteriores tampoco me lo garantizaba, pero sabia que habían sido nombrados con base en parámetros objetivos de evaluación, no con tómbolas, sorteos o listas hechas a modo.
Y, finalmente, lo es, porque contraviene todo principio de legalidad, republicano y de salud democrática que existe en un mundo razonable y donde deberíamos vivir. México, se equivoca de nuevo, como lo ha hecho en varias ocasiones de su historia, de esta caída, recuperarse en inversiones, confianza país y credibilidad institucional, tomará muchos años, si es que algo queda de lo que se le siga ocurriendo a la recua en la que esta convertida la 4t. No más, pero no menos, también.
rrg

