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Política

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Reforma electoral debe ajustar gasto, no representación

Especialistas electorales advierten que reducir la pluralidad podría afectar la calidad del debate legislativo.

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Foto EE: Eric Lugofoto ee: ERIC LUGO RODRIGUEZ

Rolando Ramos

Para que valga la pena, la reforma electoral anunciada tiene que establecer la reducción del financiamiento público de los partidos políticos, pero de ninguna manera eliminar los diputados federales y senadores de representación proporcional o plurinominales, opinaron Eduardo Huchim y Fernando Dworak, expertos en materia electoral y del Congreso.

“El dinero no ha servido para que tengamos mejores partidos, ha servido para que tengamos pandillas de vividores del financiamiento público de los partidos (…) La reducción del financiamiento público es algo necesario que debe hacerse casi casi a cualquier precio”, afirmó Huchim, exconsejero y presidente de la Comisión de Fiscalización del Instituto Electoral del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México.

Dworak, especialista en temas del Poder Legislativo y consultor político, consideró que la reforma en ciernes “tiene que pasar por la reducción del financiamiento público de los partidos políticos y tiene que pasar por estrictos controles sobre todo tipo de dineros”.

“Aquí estamos hablando de medidas como prevención de lavado de dinero, bancarización, mayores controles sobre los ingresos y los gastos. Y más allá del tema de los cuánto, es la confianza con la que se ejerce (el dinero). Si sigue habiendo una noción de que los partidos se están sirviendo con la cuchara grande, naturalmente va a ser muy popular reducir el financiamiento… Necesitamos comenzar a construir un sistema donde haya confianza en el ingreso y gasto, cosa que lamentablemente en este momento no existe”.

La iniciativa de enmienda constitucional en la materia se confecciona a la fecha por la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, misma que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentará en enero próximo al Congreso de la Unión para su discusión a partir del 1 de febrero, cuando iniciará el siguiente periodo de sesiones extraordinarias.

La reforma electoral en puerta, dijo Huchim, “tiene razón en la necesidad de racionalizar el tremendo, descomunal gasto que las elecciones tienen en este país”. “Es demasiado dinero el que se gasta en las elecciones y no es necesario gastar tanto para tener elecciones de calidad. Una cosa no va en contra de la otra. Lo que pasa es que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha nadado en la abundancia en todos estos años. Y naturalmente, cuando se tiene dinero en abundancia, pues no se cuida mucho los precios de ciertos productos”.

Aclaró que la racionalización del gasto no implica reducir salarios, “pero sí, por ejemplo, poner la vista en el gasto que se hace en materiales electorales y en documentación electoral (…) Son unas cuantas empresas las que se reparten el mercado porque son las únicas acreditadas para ello; se forma una suerte de oligopolio que desde luego pues va en pro de la carestía de los procesos electorales”. Con respecto al tema del financiamiento público, Dworak afirmó que es muy difícil que la oposición pueda defender su punto de vista en contra de su reducción “porque desde 2007, cuando se vinculó el financiamiento público a una base poblacional que se incrementa cada año, los partidos cada año están recibiendo un recurso público que lamentablemente no suele ejercerse de una manera completamente transparente”.

“Un problema que a mí me parece muy sensible es que el financiamiento público naturalmente es acreditable, pero entra mucho dinero no necesariamente acreditable, concretamente en efectivo a las campañas y hay quienes estiman que por cada peso que reciben los partidos por financiamiento público hay algunos con cierta capacidad de movilizar esos recursos que, pues que llegan hasta cuatro más; es decir, no llegan por partidos, no llegan por financiamiento, sino caen por redes clientelares, por ciertas complicidades que tengan con algunos rubros de actividad comercial y lamentablemente la autoridad electoral no puede estar orientada a vigilar gastos y no vigilar ingresos.

Mala fama

Huchim fue claro en que “de ninguna manera deberían eliminarse los diputados y senadores plurinominales”, aunque se dijo consciente de que se ha pervertido la figura.

“Esos diputados, también los senadores, tienen muy mala fama porque están los cuñados, los sobrinos, los hermanos de los dirigentes, etcétera. Y sirve para eso, para colocar a ciertos personajes. Sin embargo, los plurinominales tienen otra virtud. Los partidos que obran con inteligencia colocan a especialistas en ciertas ramas de la actividad política que permite llevar a los congresos calidad.

“El origen de la pluralidad en este país son justamente los diputados y senadores plurinominales. ¿Por qué? Porque estos diputados y senadores permiten que a las Cámaras lleguen prácticamente representantes de todas las corrientes en una sociedad tan plural como es la mexicana”.

Dworak explicó que defiende el sistema mixto para la integración de la Cámara de Diputados, pero “no estoy seguro que para el Senado”, siempre sujeto a reformas.

“Por ejemplo, yo me iría por aumentar el número de representación. Que un partido político pueda mantener el registro con 2%, pero para acceder a recursos públicos tenga que tener 3% y para acceder a asientos, 4 por ciento”.

Huchim y Dworak coincidieron en advertir que en los dos temas referidos y que se consideran “peliagudos” de la anunciada reforma electoral, Morena no tiene el apoyo de sus aliados del PT y PVEM porque van a resultar perjudicados, y que sin su voto la enmienda simplemente “no pasa”.

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