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Fibra de lechuguilla, negocio alternativo
La lechuguilla es un agave de las zonas áridas y es una de las especies que por generaciones ha sido fuente principal de ingresos para un gran número de familias campesinas, principalmente en Coahuila.
La fibra de la lechuguilla llamada ixtle es de gran valor para diferentes industrias ya que puede emplearse en acojinados, rellenos de asientos para automóviles, cordelería, cepillos y como material de aseo.
Desde la época prehispánica, la lechuguilla ya era explotada en el norte del país y continuó hasta la colonia, pues cuando llegaron los españoles a colonizar el territorio se dieron cuenta de la importancia del producto, creando un sistema de trabajo en el que los indígenas recolectaban las hojas y las tallaban para obtener la fibra.
Hoy en día, en las comunidades rurales, el tallado de la fibra de la lechuguilla continúa y es una actividad que por lo general va ligada o complementada con la agricultura temporal o la ganadería. Sin embargo, las condiciones de sequía por largos periodos son causa de que, en múltiples ocasiones, la colecta de la lechuguilla sea la única actividad posible para desarrollarse en estas zonas.
Ante este panorama, la necesidad de establecer una red de valor que relacione la recolección, acopio, beneficio y comercialización de fibra de lechuguilla y sus derivados, es una importante oportunidad de negocio, ya que permite a los productores operar como proveedores directos con la industria.
Así, FIRA les propuso a los productores de lechuguilla establecer un esquema de proveedores y los respaldó para conseguir créditos con intermediarios financieros y así construir y equipar, una nave industrial en donde se mecanizaría el tallado de la lechuguilla con el objetivo de transformarla en productos con fibras de mayor calidad.
Además, FIRA les ofreció cursos de capacitación para desarrollar habilidades directivas, viajes de observación, fortalecimiento de competencias empresariales y apoyos para cubrir los costos de asesoría, gracias a los cuales se pudieron crear convenios con empresas importantes a las que proveen directamente sus productos y subproductos.
El éxito de la cadena productiva fue inminente. Se crearon empleos permanentes y temporales con los cuales se beneficiaron indirectamente cerca de 8,000 familias de escasos recursos generando un fuerte arraigo por su entidad y favoreciendo el progreso de las comunidades rurales al integrarse al trabajo productivo de la región.
*Valente Salinas Soto es promotor de FIRA en Agencia Saltillo, Coahuila. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. vsalinas@fira.gob.mx