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DF: ¿una ciudad de mamones?
El programa No le des la espalda, dale pecho es un acierto que hay que apoyar, hay que ir al fondo: eso se resume en niños más sanos.
Miguel Ángel Mancera, nuestro jefe de Gobierno de la ciudad de México, tuvo una excelente idea, que se resume en dos acciones para disminuir la desnutrición infantil.
La primera es alentar a las madres de bebés lactantes a que los alimenten al menos por seis meses con su propia leche materna. El programa No le des la espalda, dale pecho es un acierto que hay que apoyar, independientemente de la polémica que desató la campaña publicitaria. Hay que ir al fondo y eso se resume en niños más sanos.
La segunda es la creación de bancos de leche materna en hospitales capitalinos y de 92 lactarios en distintos puntos de la ciudad, en donde las madres se podrán extraer leche y guardarla adecuadamente.
Parece algo muy simple y de hecho lo era, pero la vida moderna y las condiciones laborales obligan a la mujer a dejar de amamantar lo antes posible y empezar a alimentar a los bebés con fórmula , en el mejor de los casos.
La leche materna fortalece el crecimiento y la inteligencia del niño, incrementa el vínculo afectivo y refuerza el sistema inmunológico, lo que protege al bebé de futuras enfermedades.
Los niños de padres en condiciones de pobreza extrema son los más vulnerables y propensos a sufrir padecimientos en su vida futura, debido a la desnutrición, que se traduce en problemas físicos, mentales y psicológicos. Es importante invertir en su salud, porque es la salud futura de toda la sociedad citadina.
Si a esta excelente iniciativa del jefe de Gobierno, de combate a la desnutrición a través de la leche materna, le sumamos la ingesta de ácido fólico en el embarazo, tendremos un cuadro más completo de protección al bebé.
El ácido fólico pertenece al grupo de vitaminas B, cuya función primordial es proteger el cerebro y la médula espinal del feto, prevenir el labio y paladar hendido y posibles problemas cardíacos futuros.
Los índices de desnutrición infantil deben alentar a crear mejores estrategias para elevar los niveles de salud de los futuros mexicanos.
Según datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012, en todo el país, 2.8% de los menores de cinco años presenta bajo peso, 13.6% muestra una talla baja, y 1.6% una aguda desnutrición.
México y el mundo necesitan de mejores seres humanos, pero saludables.