¡Cómo crees!

A pesar de que una y otra vez hemos oído hasta el cansancio que la carne de cerdo no es dañina para la salud y que no transmite el virus de la influenza, lo cierto es que aún no queda claro cuál fue la fuente de contagio o qué es realmente lo que provoca este virus.

Lo primero que se nos informó fue que era un virus proveniente de los cerdos, lo que originó desconfianza en el consumo de la carne de puerco. Las ventas han caído hasta 90 por ciento.

Luego, científicos mexicanos nos hablaron sobre una extraña relación entre un pato, un cerdo y un humano, pero no se nos dio mayor explicación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decide llamarla influenza humana AH1N1, pero a pesar de los cambios de nombre la opinión pública está confundida con respecto a cuál fue el origen o verdadero foco de infección.

Y es aquí donde el gobierno de México, autoridades sanitarias, científicos nacionales y extranjeros, así como la OMS deberán trabajar intensamente para desenmarañar todo este mar de malos entendidos, que han afectado gravemente a los productores de carne de cerdo y explicar por qué sí debemos de comer un delicioso taco al pastor o de carnitas. ¿No cree usted?

Por cierto, los estados de Sonora y Jalisco son los que generan 40% de la producción nacional de ganado porcino, pero también los estados de Guanajuato, Yucatán, Puebla, Veracruz, Michoacán y Estado de México son grandes productores. Por lo que se las están viendo negras, pues países como Ucrania, Rusia, China y Ecuador, entre otros, han prohibido las importaciones de carne y derivados del cerdo provenientes de México.

Sin embargo, a pesar de que el gobierno mexicano presentó ya su inconformidad ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por esta medida, pasarán días y hasta meses para que se abran las puertas de estos países a nuestras exportaciones.

Claro, siempre y cuando se aclaren los mecanismos de contagio. ¡Sin palabras!

¿CARSTENS COMERÁ CERDO?

Luego, luego, llegando a México, después de renunciar a su cargo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y antes de ocupar la silla como secretario de Hacienda, Agustín Carstens pasó a comer unos deliciosos tacos de carnitas al restaurante Los Cochinitos, ubicado en San Ángel.

Con este virus de influenza y la desinformación que prevalece, me pregunto si en estos días come carne de cerdo.

Sería una buena estrategia publicitaria, además de una excelente foto, ¿verdad?

RIGUROSAS DISPOSICIONES

Entre las diversas reglas que deberán cumplir los restauranteros se encuentran: limpiar y desinfectar las sillas para niños después de cada uso.

Para el servido del azúcar, café soluble y productos complementarios a la comida, como el ajo molido, pimienta, sal, mostaza, mayonesa, salsa de tomate, etcétera, se evitaran los dispensadores manuales. Es decir, serán remplazados por porciones individuales envasadas comercialmente.

En el caso de cremas y salsas, deberán renovarse el contenido, por cada servicio a la mesa, previo lavado.

Francisco Mijares, presidente de la Canirac, reconoció que estas disposiciones serán una nueva carga, sobre todo, para los micro y pequeños propietarios de restaurantes. ¡Ni hablar!