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Opinión

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Batalla mediática ?por el salario

¿Por qué los salarios son elevados en Alemania y bajos en México? La productividad de los trabajadores es alta y hay estabilidad de precios. Eso es lo que hay que impulsar…

Señala Carlos Elizondo Mayer-Serra en un reciente artículo publicado en la revista Letras Libres ( Salarios por decreto: el debate del mínimo ) que hasta el momento Miguel Ángel Mancera esta ganando la batalla mediática . Y este triunfo transitorio le ha permitido avanzar en dos objetivos. El primero, inconfesado e inconfesable, es tender una pared de humo que tape el escandaloso fracaso que le significó a su administración el problema de la Línea 12 del Metro. El segundo objetivo era colocarse en el foro nacional con un tema que es consensual: ¿quién no desea que se eleve el salario mínimo? La respuesta es que todo mundo. Las diferencias están en cómo lograrlo.

En razón de que este debate sobre el salario mínimo tuvo desde un principio una intención política, implícitamente se ha querido mostrar a quienes no apoyaron desde un principio la moción de Mancera que como ciudadanos se sienten a gusto con el hecho de que el salario mínimo en México es tan bajo que no alcanza ni para lo más mínimo .

Es cierto que hay economistas en México que piensan que debería quitarse el salario mínimo y también los precios fijos para ciertas mercancías. Pero no, y mil veces no, sostienen esa opinión porque piensen que los salarios deban quedarse bajos, sino porque saben que los salarios determinados por decreto simplemente no funcionan.

¿Por qué los salarios son elevados en Alemania y Japón y bajos en México o en Nicaragua? En esos y otros países avanzados los salarios son altos por dos razones: la productividad de los trabajadores es elevada y son países en que la estabilidad de precios conseguida ha evitado que la inflación se coma al salario.

Si esos son los factores que determinan que los salarios suban, cualquier propuesta seria en dicho sentido debería estar encaminada a eso: a elevar la productividad del trabajo -condición necesaria- y fortalecer la estabilidad de precios –condición suficiente-. Pero una propuesta de esta naturaleza, aunque realista, carece de glamour político e ideológico. Lo glamoroso y atractivo políticamente es proponer una elevación del salario mínimo por decreto. Aunque no vaya a funcionar, aunque de aplicarse vaya a causar graves y no reconocidas distorsiones en la estructura salarial y también una ampliación del desempleo que en el Distrito Federal ha llegado ya a 7.25 de la PEA. Lo importante es la batalla mediática.

bdonatello@eleconomista.com.mx

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