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Kast es favorito para ganar las elecciones en Chile
El ultraderechista se medirá en la segunda vuelta electoral del próximo domingo contra la comunista Jeannette Jara.

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Santiago. Los chilenos se enfrentarán el próximo domingo a una segunda vuelta presidencial marcada por la fuerte polarización entre la candidata oficialista Jeannette Jara, una comunista moderada de origen popular, y el exdiputado ultraderechista José Antonio Kast, quien llega reforzado por el respaldo de sectores conservadores pese a haber quedado segundo en la primera ronda.
Las encuestas previas apuntan a una ventaja amplia para Kast, de 59 años, un católico ferviente que promete deportar en masa a los migrantes indocumentados, unos 330,000 según cifras oficiales, y endurecer la lucha contra el crimen mediante un mayor poder de fuego policial. Admirador de Augusto Pinochet, se opone al aborto en todas sus formas, al matrimonio igualitario y al divorcio. Exmilitante de la UDI y fundador del Partido Republicano, ha construido un liderazgo disciplinado y de círculo estrecho, visto por analistas como una versión más sobria de la nueva ultraderecha regional.
Polos opuestos
Jara, de 51 años, representa a una coalición de nueve partidos de centroizquierda. Militante comunista desde la adolescencia, integra su ala más liberal y ha marcado distancia pública con las visiones tradicionales de su partido al cuestionar los regímenes de Cuba y Venezuela. Su trayectoria —desde una infancia en un barrio pobre del norte de Santiago hasta convertirse en ministra del Trabajo— ha sido central en su narrativa de campaña.
En el gobierno obtuvo visibilidad al impulsar la reducción de la jornada laboral a 40 horas y una reforma al sistema de pensiones. En segunda vuelta propone elevar el salario mínimo, fortalecer derechos laborales y dinamizar la producción de litio.
Mientras Kast apela a la seguridad y al control migratorio, Jara busca ampliar apoyos entre sectores moderados destacando su capacidad de negociación y la posibilidad de que, por primera vez, una figura de origen popular llegue a La Moneda. El resultado sigue abierto y anticipa una de las elecciones más decisivas para el rumbo político y social de Chile.
La campaña rumbo al balotaje ha estado marcada por un clima de tensión y una fuerte confrontación discursiva, especialmente en torno a la seguridad, el rol del Estado y la situación económica.
Kast centró sus últimos mensajes en advertir que Chile vive una “crisis de orden” que solo una política de expulsiones masivas de migrantes y mayor fuerza policial podría revertir, mientras Jara insistió en que el país debe evitar “salidas autoritarias” y avanzar en acuerdos amplios para enfrentar la delincuencia.
