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Gran Bretaña sigue sacudida por escándalo
Como una onda expansiva, el escándalo de espionaje telefónico sigue reverberando dentro de la estructura del poder en Gran Bretaña.
Londres. Como una onda expansiva, el escándalo de espionaje telefónico sigue reverberando dentro de la estructura del poder en Gran Bretaña. El primer ministro, David Cameron, decidió este lunes regresar apresuradamente de Sudáfrica para comparecer ante el Parlamento y los dos principales mandos de Scotland Yard renunciaron.
El titular de Scotland Yard, sir Paul Stephenson, renunció el domingo, poco después del arresto de Rebekah Brooks, quien encabezaba las operaciones de Rupert Murdoch en Gran Bretaña. El lunes también renunció el número dos de la Policía Metropolitana, John Yates.
Yates tomó la decisión en el 2005 de suspender la investigación por espionaje telefónico contra el ya desaparecido tabloide dominical News of the World. Yates era fuerte candidato para encabezar Scotland Yard, pero la semana pasada fue sometido a una humillación pública ante el Parlamento, que presentó evidencia de que Yates había aceptado sugestivas invitaciones de los editores de News of the World, mientras el tabloide era investigado.
En una estoica comparecencia ante los medios, Stephenson declaró que había presentado su renuncia a la luz de las crecientes especulaciones y acusaciones sobre los vínculos de sus rangos con altos ejecutivos de News International. El ímpetu con el que se ha expandido el escándalo suscitó dudas sobre su alcance en las altas esferas; tanto el Primer Ministro como el hijo de Murdoch, James, están en la línea de fuego por haber sido culpables, en el mejor de los casos, de graves errores de juicio. Ambos deberán comparecer ante el Parlamento este martes y el Premier aguarda con impaciencia el testimonio, pues se cree que podría involucrar a su gobierno en el espionaje.
Entre los errores de juicio de Scotland Yard se cuenta el haber contratado a Neil Wallis, quien fuera editor del News of the World, como asesor especial de la fuerza policial, a pesar de que existían reportes confirmados de tácticas ilegales de recopilación de información durante su gestión. Wallis fue uno de los nueve arrestados la semana pasada. Durante el fin de semana, surgieron reportes de que Stephenson había aceptado una estancia gratuita en un SPA de lujo que promovía Wallis.
Stephenson aseguró que su integridad permanece intacta, tras dos años y medio al timón de Scotland Yard.
