Tesla con retos para instalar su fábrica en México

La búsqueda de Tesla de una locación para construir su primera fábrica en México está revelando los fundamentos inestables del "nearshoring" en el país, aseguran analistas, con la proximidad al mercado estadounidense agobiada por las preocupaciones sobre el suministro de energía y la interferencia política.

Desde que la pandemia trastocó las cadenas de suministro, la nación latinoamericana ha sido vista como el destino ideal del "nearshoring", la práctica de mudar las fábricas del país de origen a uno cercano en el que todo sea más barato: salarios, energía, combustibles e insumos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que Nuevo León, a pasos de la frontera con Estados Unidos, e Hidalgo, en el centro del país, son los dos estados que lideran la carrera por la codiciada inversión, y su canciller adelantó el viernes que la firma encabezada por el magnate Elon Musk ha elegido a México para aumentar su presencia.

Nuevo León, el destino más probable, cuenta con un acceso rápido a Estados Unidos, una fuerza laboral calificada y una vida cómoda para los ejecutivos. Hidalgo está a cientos de kilómetros de la frontera, pero los costos de la tierra y la mano de obra son menores.

Tesla dependerá del Gobierno para aprovechar el inestable suministro eléctrico de México y enfrentará dificultades para obtener energía sustancial de fuentes renovables.

Analistas indican que el Gobierno buscaría inclinar la balanza en favor de Hidalgo, un estado cercano al  Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), propuesto por AMLO.