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“Para ser mesera, ya no me piden ser delgada o de menos de 37 años”
Existen restaurantes que han aplicado directrices de contratación más inclusivas.

Luego de 20 años de trabajar en una empresa que condicionaba a sus colaboradoras a tener el pelo corto, complexión delgada y vestir falda, Jazmín regresó a ser mesera.
Colaboradora de una famosa cadena de restaurantes, explicó que la empresa no sólo sufrió cambios al ser adquirida por una nueva controladora, sino que también presentó un cambio paulatino en temas de género.
Uno de ellos fue ser aceptada en su reingreso pues, mencionó, esta vez no le pidieron tener menos de 37 años, no le fue solicitada una talla, y hoy tiene compañeros hombres.
“Ya no exigen, la prueba es que me contrataron a mis 51 años. Anteriormente era hasta los 37 años y ya no había contrataciones”, dijo.
Precisó que, en el trato con sus compañeros, no hay rivalidad sino compañerismo. “Debemos de adaptarnos. Todos somos la misma persona, no debe ser porque eres mujer u hombre. Tenemos compañeros homosexuales y no hay complejos, debemos ser parejos”, explicó.
En el pasado, su trabajo era desempeñado sólo por mujeres; mientras que los hombres cubrían posiciones como garroteros, jefes de meseras o supervisores. Actualmente, dichas posiciones también son ocupadas por mujeres.
Jazmín recordó que, en el pasado, las necesidades como ser madre soltera la hacían adaptarse a las condiciones de la empresa. “Vienes de sufrir restricciones de economía donde llegas a trabajar con un peso, pero te vas con 100 pesos diarios. Te adaptas. Me ha gustado mi trabajo y me gusta lo que hago”, refirió.
Pero algo que no ha cambiado son los salarios. La mesera que labora en un restaurante al oriente de la Ciudad de México piensa que no son dignos y no están acorde con los incrementos inflacionarios.
A Jazmín, que viste pantalón, se delinea de verde y negro los ojos y pinta sus labios de morado, le lastima la violencia que atraviesa el país y reconoce que el tema de los feminicidios en el país no es reciente, pero tampoco se ha solucionado.
“Esto de los feminicidios no es de ahorita, yo recuerdo que comenzó en Ciudad Juárez y no le pusieron atención, esto no es de un año o dos, esto viene de atrás. Y hoy en día creo que el gobierno tiene mucha culpa”, señaló.
Para ella, el país está inmerso en una “inestabilidad” y por ello, el paro del 9 de marzo es un parteaguas; sin embargo, ella será la única de sus compañeras que trabajará en el turno vespertino donde se desempeña.