Lectura 3:00 min
Falta comunicación entre el turismo y la academia
La paradoja del sector es que no recluta a un mayor número de profesionales y debe formar, empíricamente, ?a sus empleados.

Una gran parte de los recursos humanos en el sector turístico tiene una formación empírica, mientras que los egresados de las carreras afines no encuentran empleos que cubran sus aspiraciones profesionales, dijo el director general de Hoteles Misión, Roberto Zapata.
Afirmó que la anterior paradoja pone de manifiesto la falta de una comunicación efectiva entre esta industria y la academia, de la que siguen saliendo profesionistas que buscan colocarse en mandos medios o superiores, los cuales tienen una alta demanda y muy poca oferta por parte de la industria.
Por otra parte, aclaró, para todo lo operativo, el personal de base tiene que echar mano la mayoría de las veces de personas de las comunidades en donde se establecen las empresas del ramo.
Hasta ahora la única fórmula que hemos encontrado como turisteros y particularmente como hoteleros, es integrar a la gente local, que viene de costumbres de trabajo en el campo y otras cosas. Que no traen un entendimiento, un conocimiento pleno de lo ?que es la parte turística .
Mencionó como otra contradicción que la mayor parte de las universidades de renombre de las que egresan los profesionistas del sector están ubicadas en las grandes urbes, cuando las plazas laborales se encuentran al interior de la República; es decir, desde los recónditos pueblos hasta las playas más visitadas por el turismo.
Se buscan técnicos
Recientemente nombrado presidente de Skål Internacional, capítulo ciudad de México, Zapata Llabrés se pronunció a favor de impulsar un modelo de educación dual que forme técnicos en turismo, cuya inserción laboral tenga una curva de aprendizaje menos pronunciada y más apegada a la realidad del sector en México.
Comentó que, en algunos destinos, las escuelas técnicas como el Conalep han resultado ser un semillero de recursos humanos para la hotelería, pues independientemente de los oficios que manejan, ajenos completamente a la industria turística, egresan gente que puede integrarse con mayor facilidad a los modelos de enseñanza-aprendizaje y capacitación.
Desafortunadamente, esta educación dual, tan común en algunas industrias como la automotriz, en el turismo se reduce únicamente al momento de las prácticas profesionales. Por ende, no se procura un modelo integral de formación de prestadores de servicios.
Y reconoció que en muchos de los casos se ha desvirtuado la verdadera función de dichas prácticas que, siendo obligatorias para el alumnado, no siempre son vinculatorias al campo de trabajo, pues se ocupan para desempeñar actividades complementarias o alternativas distintas a las que se ofrecen en la realidad. Hecho que aleja a los egresados del campo laboral.