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Papa Francisco: 7 lecciones de liderazgo que los CEOs pueden aplicar
El Papa Francisco gestionó un papado con humildad, escucha activa y centrado en las personas, su ejemplo inspira a los líderes a construir organizaciones más humanas, éticas y resilientes.

El Papa Francisco mostró un liderazgo empático y humano.
El Papa Francisco falleció el pasado 21 de abril, a los 88 años, y fue reconocido por su liderazgo con enfoque humano, cercano y transformador, así como coherencia y humildad, un liderazgo que los CEOs pueden aplicar.
Jorge Mario Bergoglio fue el primer Papa de origen latinoamericano y jesuita, quien en 2013 asumió el cargo de liderazgo de la Iglesia Católica y tomó el nombre de Francisco. Durante su gestión impulsó una nueva forma de liderar, basado en la humildad, el servicio, la inclusión y la coherencia.
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Su estilo progresista revolucionó la iglesia rompió con el tradicionalismo, al hablar de temas como la homosexualidad y el aborto.
Su capacidad para conectar con distintos públicos —creyentes o no— líderes políticos, empresarios, jóvenes o excluidos, lo convirtieron en una figura influyente más allá del ámbito religioso.
En un mundo que exige líderes más humanos, éticos y conscientes, el Papa Francisco ofrece un modelo vigente y que pueden ser aplicadas por CEOs, empresarios y líderes de cualquier organización.
7 lecciones de liderazgo del Papa Francisco
En un mundo empresarial cada vez más complejo y exigente, los líderes enfrentan el desafío de tomar decisiones que no solo impulsen resultados, sino que también inspiren, generen confianza y construyan un propósito compartido. En ese sentido, el Papa Francisco —más allá de su rol religioso— se convirtió en un referente global de liderazgo ético, cercano y transformador.
A continuación, exploramos 7 lecciones de liderazgo que el Papa Francisco puso en práctica y que pueden inspirar una nueva forma de gestionar empresas con valores, propósito y cercanía.
» 1. Liderar con el ejemplo
Sus antecedentes como jesuitas lo llevaron a tener una gestión austera y enfocada en la sencillez. Al asumir el cargo de Papa rechazó vivir en los departamentos papales en el Palacio Apostólico y eligió vivir en una residencia modesta dentro del Vaticano, la Casa Santa Marta. También optó por vestir ropa sencilla, usar zapatos viejos y conducir un Ford Focus en lugar del tradicional “papamóvil” lujoso.
Lección: El líder que predica con el ejemplo inspira credibilidad. No se trata de privilegios, sino de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
» 2. Priorizar el propósito
El Pontífice dijo: "el dinero debe servir, no gobernar" y enfocó su liderazgo en la justicia social, el cuidado de los pobres y el medioambiente. En la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, publicada en mayo de 2015, hizo un llamado a cuidar el planeta por encima del lucro, criticando el "capitalismo salvaje" y el consumismo desmedido. También impulsa iniciativas solidarias, como hospitales gratuitos y comedores para personas sin hogar en el Vaticano.
Lección: Las empresas centradas en un propósito claro, que va más allá del beneficio económico, conectan más con sus equipos, consumidores e inversores conscientes.
» 3. Promover la inclusión y la diversidad
Abrió el dialogo hacia comunidades tradicionalmente marginadas dentro de la Iglesia, como la comunidad LGBT. Fue el primer Papa en decir públicamente: “¿Quién soy yo para juzgar?” al referirse a personas homosexuales que buscan a Dios con sinceridad. También nombró cardenales de países que nunca habían tenido representación en el Colegio Cardenalicio, promoviendo una Iglesia más global y diversa.
Lección: Valorar distintas voces y experiencias fortalece cualquier organización y prepara a la empresa para operar en un mundo plural.
» 4. Ser transparente y asumir errores
El Papa Francisco pidió perdón públicamente por errores históricos de la Iglesia Católica, como abusos sexuales y reconoció que la institución falló al proteger a las víctimas. También estableció comisiones para investigar y prevenir estos abusos, y promovió auditorías internas del Banco Vaticano.
Lección: La transparencia y la rendición de cuentas generan confianza a largo plazo. Reconocer errores no debilita, fortalece.
» 5. Liderazgo humano
Su cercanía con la gente mostró un liderazgo empático y humano. Visitó cárceles, hospitales, campos de refugiados y barrios pobres en todo el mundo, mostrando que cada persona, sin importar su condición, merece dignidad y escucha. En muchas audiencias se detuvo a abrazar enfermos, saludar a personas sin hogar o compartir gestos de cercanía con niños y ancianos.
Lección: Un buen líder no es el que ordena, sino el que comprende y pone foco en su gente, especialmente en los momentos difíciles. Escuchá, reconoce emociones, y actúa con humanidad. Las empresas que cuidan a las personas construyen culturas sólidas y resilientes.
» 6. Fomentar el cambio
Impulsó reformas en la Curia Romana, la estructura de gobierno del Vaticano, fomentado la descentralización del poder, y promovido el uso de nuevas tecnologías en la comunicación eclesial, incluso con presencia activa en redes sociales.
Lección: No hay liderazgo sin cambio. Incluso una institución milenaria necesita adaptarse. Las empresas también deben renovar procesos y estructuras constantemente.
» 7. Escuchar activa
Se enfocó en el diálogo y la escucha como formas esenciales de gobierno. En los Sínodos, espacios de debate dentro de la Iglesia, promovió que todas las voces fueran escuchadas, incluso las que estaban en desacuerdo. En vez de imponer decisiones unilaterales, buscó consensos y promovió consultas globales, incluyendo a comunidades de base, mujeres y jóvenes.
Lección: Escuchar no es solo oír, practica una escucha activa, porque un líder que escucha a sus empleados, clientes y stakeholders, genera confianza y soluciones más inclusivas.