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Yesavage, el novato de consolidación inmediata de los Blue Jays
El lanzador con el splitter que puede ponchar hasta al mismo Shohei Ohtani. El novato guió a Toronto a una victoria y puso a favor la serie 3-2 ante los Dodgers.

Trey Yesavage.
Trey Yesavage doblegó a los Dodgers y no se esperaba que esto ocurriera. El novato de 22 años de los Blue Jays aprovechó de sobremanera la oportunidad de subirse al montículo en su primera Serie Mundial. Ponchó a 12 peloteros en siete entradas en el Juego 5 en el Dodger Stadium, estableciendo el récord histórico de ponches para un novato en un Juego de la Serie Mundial, que antes ostentaba Don Newcombe de los Brooklyn Dodgers de 1949 (11).
Además, se convirtió en el segundo lanzador en la historia de la Serie Mundial en lograr 10 o más ponches en las primeras cinco entradas, uniéndose al legendario Sandy Koufax de los Dodgers, quien lo consiguió en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1963. Yesavage también es el primer lanzador en la historia de las Grandes Ligas en lograrlo dos veces en la misma postemporada.
“Es un mundo loco. Un mundo loco. Ni Hollywood lo habría hecho tan bien”.
Yesavage ya se ha consolidado como una estrella en Toronto. Su ascenso en la organización ha sido meteórico, desde la Clase A de Dunedin en abril hasta el Juego 5 de la Serie Mundial el 29 de octubre. Hace seis meses, hacía quedar en ridículo a los adolescentes con su increíble splitter en estadios casi vacíos de la Liga Estatal de Florida. El miércoles por la noche en el Dodger Stadium, ese mismo lanzamiento hizo que el mejor jugador de béisbol del planeta pareciera uno más del montón.
La imagen de Shohei Ohtani siendo ponchado por Yesavage en la tercera entrada del Juego 5 perseguirá a Yesavage por el resto de su carrera. Si los Blue Jays ganan la Serie Mundial en casa, en el Rogers Centre, será una de las imágenes más emblemáticas de la Serie.
Yesavage había permitido un jonrón a Kiké Hernández al principio de la entrada, pero preparó el terreno para Ohtani con un slider que puso al astro japonés en conteo de 2-2 con dos outs. Fue entonces cuando le lanzó a Ohtani uno de sus mejores splitters de la noche, que comenzó en el centro del plato pero se desvió y cayó lejos de Ohtani. Incluso Ohtani, el hombre que se embasó nueve veces en el Juego 3 y que amenazó con arruinar la Serie por completo, se quedó sin batear.
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