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Vino tinto, blanco o rosado: ¿cuál tiene más antioxidantes y beneficios para la salud?

No todos los vinos son iguales. Te explicamos cuál contiene más antioxidantes, qué compuestos los hacen únicos y cómo elegir tu copa según lo que tu cuerpo necesita.
Este 25 de mayo, Día Internacional del Vino, no solo se celebra brindar con una buena copa, también es una oportunidad para entender qué hay realmente detrás del color de tu vino favorito. Y es que el tono de la bebida dice mucho sobre sus beneficios: el principal factor que determina su aporte antioxidante es el tiempo de contacto del jugo con la piel de la uva, donde se concentran los polifenoles, especialmente las antocianinas y el resveratrol.
Por eso, el vino tinto es el más rico en antioxidantes, seguido por el vino rosado, que tiene un contacto breve con la piel, y finalmente el vino blanco, que casi no la utiliza durante la fermentación.
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Lo que cada tipo de vino aporta a tu salud
Vino tinto
Es el que más beneficios ofrece a nivel cardiovascular y antioxidante. Contiene altos niveles de resveratrol, un compuesto que puede proteger las células del daño oxidativo, reducir la inflamación y mejorar la circulación. También aporta flavonoides, que se han relacionado con la reducción del colesterol LDL.
Vino rosado
Conserva parte de los antioxidantes del tinto, aunque en menor concentración. Es más ligero y fresco, ideal para quienes buscan una experiencia menos astringente. Suele tener menos taninos y, al ser más ácido, facilita la digestión cuando se consume con alimentos ligeros.
Vino blanco
Contiene menos polifenoles que el tinto, pero puede ser más tolerable para personas con sensibilidad gástrica o alergia a los taninos. Aporta ácido caféico y otras sustancias antioxidantes, además de ser más bajo en histaminas, lo que lo hace más fácil de metabolizar para algunos organismos.

Tipos de vinos
¿Y el espumoso?
Aunque suele ser blanco o rosado, los vinos espumosos como el cava, brut o champán no destacan por su concentración de antioxidantes, pero sí por su bajo contenido calórico si son secos (brut nature). Son una opción interesante para quienes quieren brindar sin excesos.
¿Cuál deberías elegir?
¿Buscas antioxidantes y salud cardiovascular? Elige un vino tinto seco y joven, de preferencia sin azúcar residual.
¿Prefieres algo más suave y digestivo? El rosado es tu opción, sobre todo en climas cálidos.
¿Te interesa un vino ligero y menos astringente? El blanco es ideal para comidas ligeras o personas con estómagos sensibles.
La clave está en la moderación
Recuerda que todos estos beneficios se observan en contextos de consumo moderado, es decir, una copa al día (150 ml) para mujeres y hasta dos para hombres, según recomendaciones internacionales. No es necesario beber vino para estar sano, pero si lo haces, hacerlo con conciencia y buena comida es la mejor manera de disfrutarlo.



