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Opinión

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¡Por fin una buena noticia!

Setenta mil niños mexicanos que van a nacer con alguna discapacidad física o mental pueden vivir sin ella, a través de campañas sociales eficaces ya probadas.

Con cuatro medidas, promovidas por el sector salud, Movimiento Azteca y Renapred, muchas causas de discapacidad pueden prevenirse, curarse o atenderse a tiempo. Éstas son:

1. La ingesta de ácido fólico. Éste es un compuesto de la vitamina B que por lo general contienen las verduras y los alimentos verdes.

México, al no tener una cultura culinaria rica en verdura, ha venido generando una deficiencia generalizada de ácido fólico que se puede resolver de manera muy sencilla: con ingerir una pastilla, lo que al sector salud le cuesta menos de 15 pesos al año.

Una de las consecuencias de la falta de este compuesto son los defectos del tubo neural, que se manifiestan en casos como la espina bífida.

2. La práctica del tamiz neonatal. Es una prueba que puede identificar problemas que, si se corrigen a tiempo, no tienen secuelas, pero que, de no hacerlo, pueden ser causa de discapacidades físicas o mentales.

3. La exploración profunda del neonato. No siempre los médicos siguen un protocolo de exploración del bebé, pasando por alto síntomas que ponen en riesgo la salud. Por ejemplo, un niño prematuro cuyas córneas no se han desarrollado puede quedar ciego de por vida si se le introduce a una incubadora. Si la exploración profunda descubre esta anomalía, con una sencilla cirugía se soluciona el problema y esa persona tendrá una vista normal.

4. Una alimentación adecuada. Sin duda somos lo que comemos y las madres transmiten una herencia a sus hijos de acuerdo con su nutrición, no sólo durante el embarazo, sino previa a éste.

La buena noticia es que las últimas cifras de nacimientos con algún tipo de discapacidad se han reducido a nivel nacional.

Nuevo León es el campeón en la prevención de discapacidades, con resultados espectaculares: por ejemplo, de una cifra anual de 40 recién nacidos con deficiencias en la formación del tubo neural, como la espina bífida, bajó a seis.

El encefalocele no presentó caso alguno y el hipotiroidismo se redujo en 70 por ciento.

Lo mismo ocurrió con la mortandad infantil, que se redujo 30%, debido a la adopción masiva en centros de salud del tamiz neonatal.

Con muy poca inversión se evitan gastos millonarios de pesos, además del costo emocional y el dolor que significa una discapacidad. Sigamos por el camino correcto.

emoctezuma@tvazteca.com.mx

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