Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

Negocio en cola de zorro

En nuestro país tenemos una gran cantidad de palmas tanto nativas como introducidas.

Las segundas son utilizadas en el diseño jardines, situación que ha incrementado su demanda en los últimos años.

Ejemplo de ello es la palma cola de zorro (wodyetia bifurcata), nativa del norte de Australia. Es una palmera en forma de botella, de tallo anillado que puede medir hasta 15 metros de altura y 25 centímetros de diámetro, con follaje abundante y plumoso, de ahí su nombre de cola de zorro.

Es una especie rústica que se desarrolla en pleno sol o media sombra, se adapta a todo tipo de suelos, incluso al calcáreo, soporta hasta -2 grados de temperatura y resiste la sequía pero con riego abundante, en verano alcanza un rápido crecimiento.

Debido a su rusticidad, es una planta que no requiere de cuidados especiales. Su multiplicación es por semilla y su germinación se logra en un periodo que va de 90 a 100 días, su trasplante a bolsa es fácil, utilizando un sustrato ligero para permanecer por un periodo de un año y en donde se puede iniciar su comercialización o bien y con la finalidad de incrementar su valor económico, continuar su desarrollo en suelo con densidades de 2,000 a 2,500 plantas por hectárea.

La siembra y desarrollo de esta palma no requiere de una gran inversión en infraestructura, el mayor impacto de sus costos de producción va relacionado con el trasplante en bolsa, su establecimiento y el banqueo de las palmas en campo.

La comercialización del producto se puede iniciar después de un año de su trasplante a bolsa.

Sin embargo, una palma banqueada de tres años de desarrollo y trasplantada en bolsa alcanza precios que van de 750 a 1,000 pesos por planta.

Las especies perennes como este tipo de palmeras brindan una excelente rentabilidad y hacen una gran aportación para disminuir el impacto negativo sobre el medio ambiente, ya que por su rusticidad requieren de poca agua y escasos productos químicos. Los utilizados pueden ser sustituidos por productos orgánicos, como es la utilización de compostas y vermicompostas para cubrir su nutrición.

Asimismo, con su desarrollo se logra establecer una cubierta vegetal, brindando protección al suelo, captando humedad, aportando oxígeno, formando microclimas, contribuyendo para evitar el deterioro del medio ambiente.

*Marco Antonio Guzmán Nogueda es jefe de Departamento del Centro de Desarrollo Tecnológico Tezoyuca. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. maguzman@fira.gob.mx.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas