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Opinión

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Integración de las empresas en el campo

Los conceptos de integración de empresas han sido aplicados marginalmente en el sector agropecuario, particularmente en las pequeñas empresas agrícolas y pecuarias.

El tamaño de una empresa se reconoce como un factor de competitividad y es precisamente esta característica una de las causas que impide que las pequeñas empresas agropecuarias sean competitivas.

Éstas se desarrollan en un ambiente tecnológico bajo, con escasas habilidades para sostener un desarrollo técnico y administrativo. Además se les dificulta el acceso al financiamiento, entre otras cosas.

Así, para incrementar la competitividad de las pequeñas empresas se requiere la integración. Ésta se puede definir como el proceso mediante el cual una empresa adquiere, se fusiona o se coordina con sus competidores para lograr ventajas competitivas (integración horizontal) o cuando la empresa amplía sus operaciones hacia atrás para producir las materias primas que procesa o hacia adelante, para consumir o distribuir sus productos (integración vertical).

En este sentido, lo que el sector de productores de bajos ingresos debería buscar es que sus pequeñas empresas se interrelacionen entre sí, con un enfoque de mercado, para lograr una sinergia que dé como resultado una organización de productores eficiente, mejoras en sus sistemas de producción, una oferta compacta de producto con calidad homogénea, economías de escala en la compra de insumos y servicios, y una capacidad de negociación sólida.

La integración horizontal de productores, una vez consolidada, puede integrarse hacia adelante, sin que esto signifique que tengan que comprar o construir una agroindustria. Para tal efecto pueden establecer una relación de negocios con una agroindustria y/o comercializador. La integración por sí misma implicaría la generación de valor para los participantes.

La integración de empresas de pequeños productores en el papel parece muy sencilla, pero el trabajo que implica realizarla es arduo y de largo plazo, además de urgente. Para ello se requiere de un equipo multidisciplinario en aspectos administrativos, financieros, organizativos, técnico-productivos, legales, etcétera.

La oportunidad de negocio se abre de manera clara y vasta para muchos, especialmente para empresas y consultores que quieran participar de manera profesional en la generación e implementación de proyectos de integración, buscando con esto dinamizar y hacer competitivo al campo mexicano.

Fernando Antonio Martínez Mendoza es especialista de la Subdirección de Análisis Económico y Redes de Negocio. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.

famartinez@fira.gob.mx

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