En pos de una nueva agenda global para el desarrollo

Este año marca un hito en la agenda del desarrollo, ya que en los próximos meses, en una serie de reuniones auspiciadas por las Naciones Unidas, la comunidad internacional definirá tanto el marco como las prioridades globales para el desarrollo durante los siguientes 15 años.

Por un lado, adoptará en Nueva York, los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y conformará en Addis Abeba, Etiopía, una nueva agenda de Financiamiento al Desarrollo (FfD, por su sigla en inglés). En París, por el otro lado, se realizará la XXI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21).

No hay duda de que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), adoptados en el 2000 y cuyo plazo vence este año, resultaron un ejercicio exitoso. Por primera vez, todos los esfuerzos de la comunidad internacional se enfocaron en alcanzar metas sociales cuantificables, empezando por una reducción de 50% de la pobreza extrema, que se alcanzó cinco años antes de plazo. Pero también es cierto que este primer ejercicio presentó debilidades, entre las que destacan el no haber abordado de manera sistemática y simultánea el tema clave de cómo alcanzar y con qué medios esos ODM.

En el 2002, con el fuerte liderazgo de México, la comunidad internacional lanzó la agenda de Financiamiento al Desarrollo. El Consenso de Monterrey, documento que da origen a la misma, aborda todos los flujos financieros que inciden en el desarrollo desde una perspectiva integral y holística , incluyendo la recaudación fiscal, inversión extranjera, Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD), comercio internacional, transferencia de tecnologías, manejo sostenible de la deuda, y la cooperación internacional para mejorar el sistema económico y financiero internacional.

La III Conferencia Internacional sobre FfD, que tendrá lugar en Addis Abeba del 13 al 16 de julio, evaluará y actualizará el Consenso de Monterrey, y dará atención particular a su vinculación con la implementación de los ODS. El seguimiento de ambas agendas, si bien diferenciado, está estrechamente vinculado.

En este nuevo contexto, el desarrollo no se limita a la erradicación de la pobreza, aunque ésta sigue siendo un objetivo prioritario. Los ODS conforman una agenda universal y transformadora que integra las dimensiones social, económica y medioambiental ambiental, en un marco en que no puede dejarse de lado cuestiones como la promoción de los derechos humanos, la equidad de género, la transparencia y rendición de cuentas, así como la equidad, en un enfoque mucho más ambicioso y amplio que el de los ODM.

Por otra parte, en los últimos años algunos males globales, como el cambio climático y el terrorismo internacional, se han agudizado. Los retos que enfrenta la humanidad son más complejos y exigen acción colectiva para generar bienes públicos globales.

En este marco, la cooperación de la comunidad internacional en beneficio de los Países de Renta Media (PRM) es de especial relevancia. Los PRM constituyen hoy no solamente el contingente de países más numeroso, sino que en ellos se ubica el mayor número de pobres y se observan las mayores desigualdades.

La AOD seguirá siendo clave para los países más pobres, incluidos aquellos que recientemente se graduaron hacia PRM. Pero la AOD ni es suficiente ni siempre el flujo más adecuado para atajar los desafíos que enfrentan dichos países ni la necesaria provisión de bienes públicos globales. La conferencia de Addis deberá emitir recomendaciones y promover medidas para movilizar recursos públicos y privados en favor del desarrollo. Los gobiernos deben tomar la batuta con políticas proactivas y una regulación eficaz.

México, como PRM, aún enfrenta importantes retos en materia de desarrollo. Pero es también una potencia emergente con responsabilidades globales. Además de trabajar por alcanzar los ODS en casa, debemos también, dentro de nuestras capacidades y con base en nuestras experiencias, contribuir a su realización más allá de nuestras fronteras. La Amexcid, nuestra agencia de cooperación, es la instancia responsable de coordinar los esfuerzos de nuestro gobierno en esta materia.

*Director ejecutivo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid).