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5 millones que cambiarán a Europa
Europa está próxima a enfrentar una prueba de fuego. El número de refugiados ucranianos podría llegar a los 5 millones, y esto sin duda tendrá un impacto en su política, en su economía, y en su mirada ante la migración.
Hasta ahora, las puertas se han abierto de una manera muy generosa para el millón de personas que han tenido que dejar sus casas, cada semana, desde que inició el conflicto. Sumando ya más de 4 millones, al inicio del segundo mes, que fácilmente se comparan en frecuencia y en tamaño, con el éxodo que se vivió durante la primera guerra mundial.
Por lo que no es nada del otro mundo pensar, que el impacto que los refugiados ucranianos tendrán en Europa, dependerá del tiempo que se queden y de lo exitosas que sean las políticas de recepción e integración. Porque de lo contrario, la desilusión podría convertirse en una amenaza seria.
Estamos hablando de un número de refugiados, que es más del triple de la oleada de sirios , afganos, e iraquíes, que llegaron en el 2015. El año que marco a Europa con las imágenes de los refugiados ahogándose en el mar, en el intento de llegar a sus costas. Con un saldo de 911,000 afortunados, que lograron tocar tierra firme, para diciembre de ese año.
Por eso, es que la amenaza de la desilusión es seria.
Europa se encuentra debajo de los reflectores del mundo, y podrá dar el ejemplo de cómo se abren o se cierran las puertas.
Para la economía de muchos países de la Unión Europea, la llegada de los refugiados puede ser parte de una crisis o convertirse en una oportunidad. Goldman Sachs, estima que las cuatro economías más grandes de la Unión, terminarán gastando cerca del 0.2% del PIB para lidiar con el flujo de refugiados. Una cifra que en sí misma puede parecer pequeña, pero que se convierte en grande, cuando se toma en cuenta que habrá que sumarla con las de otros gastos relacionados con la guerra. Con lo que se calcula que el déficit podría llegar a aumentar en 1.1% con respecto del PIB, en las economías de Alemania, Francia, Italia y España.
Por otro lado, una buena señal es que el desempleo ha bajado y que a finales del año pasado llegó a un promedio del 7% en la Eurozona. Siendo esto último todo un logro, si se toma en cuenta que la que tenemos en México es del 14.3%. Por lo que se puede decir que los refugiados ucranianos serán capaces de encontrar oportunidades, y que además podrían ayudar a contrarrestar el envejecimiento de la población, convirtiéndose en el bono demográfico que ese continente necesita, para mantener los estándares de calidad de vida. Además de que los ucranianos, probablemente están mejor preparados que los sirios, para la inserción en el mercado laboral de esas naciones.
Todo esto suena maravilloso, y de llegar a suceder no cabe duda que se podría cambiar el espíritu de estos tiempos. No obstante, para que pueda suceder. Las economías deben de permanecer fuertes, y esto es algo que el aumento del precio de la energía, y la inflación detonada por la guerra, ponen en riesgo.
Porque hay que recordar que cuando la economía falla, la política también, y es entonces cuando llega el momento de encontrar un culpable, que muchas veces son los extranjeros, y esto es capitalizado por los populista de la extrema derecha, que podrían encontrar una voz con Marine Le Pen en Francia, o con Matteo Salvini en Italia.
Ya falta poco para llegar a los 5 millones que cambiarán a Europa. ¿En qué se convertirá?
El último en salir apague la luz.
Twitter: @HenaroStephanie