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Pronósticos de gurús, ¿funcionales a la hora de invertir?
Es importante comprender que los pronósticos en materia de economía, mercados e inversiones, son siempre altamente inciertos y deben interpretarse como tal. Sin embargo, esto no significa que carezcan de utilidad para la toma de decisiones de inversión.
En temas de economía y mercados financieros, es habitual que las opiniones de expertos y profesionales en la materia atraigan en buena medida la atención de los inversionistas y medios de prensa. Sin embargo, los estudios estadísticos demuestran que esta clase de pronósticos no suelen ser acertados. ¿Cómo interpretar, entonces, los pronósticos de los expertos a la hora de invertir?
La firma CXO Advisory Group analizó los pronósticos de 68 personalidades de los mercados y las inversiones entre los años 1998 y 2012, en una muestra que incluyó a muchos de los más reconocidos analistas y gurús de Wall Street.
Según datos de este estudio, sobre una base de 6,582 predicciones analizadas, la tasa de aciertos fue de 42%, es decir, una efectividad menor a la que tendrían si los pronósticos se basaran en arrojar una moneda al aire, en cuyo caso podría esperarse una tasa de acierto de 50% en promedio. Entre los 68 gurús estudiados, 42 mostraban una tasa de acierto inferior a 50 por ciento.
Si bien dichas conclusiones pueden resultar llamativas a primera vista, los datos coinciden con una amplia gama de estudios que arrojan resultados similares a largo plazo.
Ya sea que se trate de predicciones sobre variables económicas, niveles de mercados o precios de activos financieros en particular, los márgenes de error son consistentemente elevados, a tal punto que puede establecerse que los pronósticos de mercado no tienen utilidad práctica desde el punto de vista predictivo.
Claramente, existen diferencias en cuanto a la calidad del trabajo de diferentes analistas y, en algunos casos, los incentivos no son los correctos. Muchas veces los gurús de mercado realizan pronósticos estridentes o llamativos para generar atención en los medios de prensa, sin que necesariamente dichas predicciones estén bien justificadas desde el punto de vista metodológico.
Sin embargo, no podría decirse que la mayoría de los analistas de mercado hagan su trabajo de forma inadecuada. La economía y los mercados financieros son materias complejas, en la cual participan una enorme cantidad de variables, muchas de ellas de difícil predicción.
Si bien se utiliza un amplio arsenal de herramientas matemáticas y estadísticas a la hora de realizar pronósticos de este tipo, no debemos dejar de tener en cuenta que el comportamiento humano no puede nunca predecirse con precisión. Por lo tanto, los pronósticos en materia de economía y finanzas son inherentemente falibles.
El inversionista debe tener siempre presentes estas cuestiones a la hora de analizar pronósticos en los mercados, especialmente cuando se toman decisiones de inversión en base a ellos. Cuando escuchamos o leemos sobre la evolución futura de las tasas de interés o del crecimiento económico en un determinado país, debemos recordar que se trata de un evento con determinado nivel de probabilidad en base a la evolución de ciertas variables.
El economista John Kenneth Galbraith explicaba con elocuencia la importancia de tener esto en cuenta a la hora de realizar pronósticos de todo tipo: Existen dos clases de pronosticadores: los que no saben, y los que no saben que no saben .
Esto no significa que los pronósticos de mercado no tengan ningún tipo de utilidad; por el contrario, bien analizados e interpretados pueden ser claramente valiosos para los inversionistas.
Cuando un analista pronostica el precio objetivo de una acción, por ejemplo, es habitual que se estimen variables como las ganancias o el flujo de caja de la empresa en cuestión, para luego aplicar un ratio de valuación y llegar así a dicho precio objetivo.
Por ejemplo, si esperamos que una empresa reporte ganancias de dos dólares por acción el año próximo, y le aplicamos un ratio precio/ganancias de 15 veces, llegamos a un precio objetivo de 30 dólares por unidad.
Por supuesto, el pronóstico de las ganancias de la compañía conlleva determinado margen de error. En cuanto al ratio de valuación, la predicción es incluso mucho más incierta, ya que en buena medida depende de variables de tipo psicológico, como el nivel de expectativas de mercado o el grado de optimismo que exista en el futuro sobre el mercado en general y el activo en particular.
Sin embargo, esto no significa que el análisis carezca de utilidad por el hecho de que contenga un margen de error considerable. Por el contrario, analizando los escenarios futuros dentro de un rango de probabilidades, es posible llegar a conclusiones valiosas e interesantes.
Resulta recomendable analizar diferentes escenarios posibles, tanto en lo que respecta a las ganancias como a la valuación de la empresa. De tal forma, teniendo en cuenta escenarios pesimistas, moderados y optimistas, podemos comprender en forma más integral y abarcativa las perspectivas de riesgo y potencial de retorno de un activo.
En conclusión, es importante comprender que los pronósticos en materia de economía, mercados e inversiones, son siempre altamente inciertos y deben interpretarse como tal. Sin embargo, esto no significa que carezcan de utilidad para la toma de decisiones de inversión.
Existen dos clases de pronosticadores: los que no saben, y los que no saben que no saben , John Kenneth Galbraith.
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