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Maquilas extranjeras producen en penitenciarias de BC
Seis plantas de producción operan dentro de cárceles en Baja California, dos de ellas en Tecate, parte del complejo penitenciario El Hongo, y una más en Ensenada; para las cuales alrededor de 400 internos trabajan con un salario por encima del mínimo.
Tijuana BC. Seis plantas de producción operan dentro de cárceles en Baja California, dos de ellas en Tecate, parte del complejo penitenciario El Hongo, y una más en Ensenada; para las cuales alrededor de 400 internos trabajan con un salario por encima del mínimo.
Marcas internacionales de ropa, construcción de muebles o incluso soldadura de aparatos electrónicos, son parte de la producción que realizan los presos de estas naves industriales, que llegaron para instalarse desde hace una década y así comenzar con un nuevo programa de reinserción social.
El subsecretario del Sistema Penitenciario de Baja California, José Francisco Jiménez, dijo que en total existe un espacio para instalar 25 plantas de producción en las cárceles de Baja California, pero actualmente operan cuatro en el penal de El Hongo I, uno en El Hongo II -ambos en Tecate- y otro en la prisión de Ensenada.
Detalló que cada interno gana 115 pesos por día, según marca la Ley de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales de Baja California. Ese dinero es administrado por Recaudación de Rentas, el cual entrega 10% del salario para el interno, 30% para la reparación del daño, otro 30 para el fondo de ahorro y el resto a la familia.
"No es sólo beneficiar a la industria maquiladora porque claro, ellos pagan un mínimo comparado con lo que sería estar en cualquier otro lugar, pero también estás hablando de que el trabajo dignifica, y además este modelo industrial es sustentable, el Estado no tiene que poner ni un peso", indicó.
Jiménez detalló que en este caso las empresas para poder instalarse deben estar dadas de alta con la Secretaría de Hacienda de Crédito Público (SHCP), además deben hacerse cargo del gasto corriente como consumo de electricidad, agua y pagar el salario de los internos que trabajan en sus plantas.
El modelo industrial penitenciario, también ha sido tomado como ejemplo para otros estados y ha acaparado la atención de empresas nacionales e internacionales, un ejemplo, dijo el subsecretario, es la reciente visita del Ministerio de Justicia de Panamá.
Sobre ese encuentro explicó que no es la primera vez que un gobierno de otro país visita las penitenciarías de Baja California para observar de cerca la operación de las maquiladoras, incluso no sólo instituciones gubernamentales, sino también organismos empresariales como Index o la Asociación de Industrias Maquiladoras de Otay (AIMO).
"Si hablamos de la inversión que se genera solamente con el pago de internos es 1 millón 288,000 pesos por mes, más lo que puedan generar por servicios que pagan y la producción, es difícil que accedan a hablar de esto porque finalmente están hablando de una prisión, pero eso podría cambiar", detalló.
La ex presidenta de la Asociación de la Industria Maquiladora y de Exportación (AIM) de Tijuana, Norma Yael Lomelí Pierce, indicó que este modelo es una oportunidad para las empresas industriales que tienen una mediana y pequeña producción, las cuales representan el 25% del padrón de compañías.
Durante un recorrido por la penitenciaria El Hongo en Tecate en 2012, cuando se comenzó a publicitar este modelo industrial, el gerente de operaciones de Progress Producto, César Ramírez Carranza, explicó que la compañía que representa fue una de las primeras en instalarse.
Detalló que la empresa es de origen estadounidense y en ese momento tenía una producción semanal de 60,000 almohadas de calidad para comercializarlas en todas partes del mundo. Otros giros que también tienen su producción dentro de la prisión son: textil, cobijas y almohadas, muebles de madera y ensamble de terminales eléctricas.
estados@eleconomista.com.mx