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El monopolio del poder
Desde un punto de vista de administración, siempre existe la tentación por parte del director o gerente general de ejercer el poder centralmente, es decir que todas las decisiones pasen por él independientemente de la importancia o significancia del asunto desde un punto de vista de toda la organización de la entidad.
Desde un punto de vista de administración, siempre existe la tentación por parte del director o gerente general de ejercer el poder centralmente, es decir que todas las decisiones pasen por él independientemente de la importancia o significancia del asunto desde un punto de vista de toda la organización de la entidad. Existen casos en los que el director o gerente, llega a tomarse atribuciones de gerente de mantenimiento por que no le gusta la limpieza de los baños. Desde un punto de vista institucional esto es sumamente peligroso por varios motivos.
Conforme las entidades jurídico-económicas se van haciendo más grandes, su operación se va haciendo más grande y compleja, los procesos y la toma de decisiones tienen, por fuerza, que estar estructuradas para lograr controlar todos los aspectos de la organización.
Las organizaciones buscan tener un gobierno que les ayude a cumplir con sus objetivos sociales y económicos, este gobierno parte de la voluntad de los dueños o patrocinadores de la entidad, ellos establecen los objetivos y las reglas básicas a través de el contrato social y los estatutos contenidos en el mismo.
Esos estatutos establecen la forma en la que la entidad será dirigida, ya sea a través de un administrador único o de un consejo de administración, que tienen la obligación de llevar a cabo los objetivos señalados en el mencionado contrato social, así como cumplir con las reglas señaladas en los estatutos.
A partir de eso el administrador único o consejo de administración nombra diferentes comités asesores y de vigilancia con el objeto de que coadyuven a definir las estrategias y planes para el cumplimiento de los objetivos, así como vigilar que la administración ejecute de acuerdo con dichos lineamientos. El consejo de administración o el administrador único proponen una estructura operativa jerárquica adecuada para que la entidad pueda llevar a cabo todas las tareas y funciones indispensables para cumplir sus objetivos.
Es a partir de la estructura administrativa jerárquica que las tareas y responsabilidades de cada área y a cada individuo son asignadas. Cada área de la estructura organizativa tiene objetivos específicos especializados designados, cuidando siempre una adecuada división de funciones para evitar que un área o persona ejecute funciones que pueden representar en conflictos de interés, es decir funciones incompatibles.
La estructura está definida para evitar que una concentración de atributos en una sola persona pueda llevar a malos manejos o conflictos en la aplicación de criterios durante el proceso de toma de decisiones.
Conforme a todo lo anterior, cada área e individuo de la organización tiene tareas designadas de acuerdo con los objetivos específicos asignados, mismos que tendrá que llevar a cabo en colaboración con otras áreas y otros individuos encargados de tareas complementarias con el objeto de que todo funcione de acuerdo a lo establecido en los objetivos y la planeación que se haya definido.
El director o gerente general, tiene la función de dirigir a todos los individuos integrantes de la organización con objeto de que todos cumplan las tareas establecidas y así cumplir los objetivos de la entidad. Sin embargo, este se comunica con el grupo de subalternos que están en el nivel inmediato inferior, con el propósito de que estos reciban esas instrucciones y a su vez asignen las tareas requeridas de las estructuras que tienen asignadas.