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Arte e Ideas

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La piel, el órgano más grande y visible del cuerpo humano, pero de los más desprotegidos

Las enfermedades relacionadas con la piel no sólo tienen consecuencias atópicas, sino también psicológicas. Se ha demostrado que el estrés por ser criticado y juzgado impacta directamente en el paciente, empieza a esconderse, a usar ropa que cubra, a evitar eventos sociales, o lugares abiertos, todo esto posteriormente lo lleva a cuadros depresivos y otras afecciones”, comparten especialistas en el 5° Foro Científico Latinoamericano de Dermatología.

5to Foro Científico Latinoamericano de Dermatología. Foto EE: Nelly Toche

La piel es muy accesible para el maltrato, como está muy a la mano se nos hace fácil agredirla, nos untamos lo que cualquier persona nos recomienda, hacemos mal uso de cremas, favorecemos las infecciones, usamos zacates, jabones no aptos para la piel, altas exposiciones a agentes negativos y los remedios están a la orden del día, sin embargo se trata del órgano más grande del cuerpo humano y debemos cuidarlo como tal.   

También la piel presenta enfermedades diversas, que están más presentes de lo que uno imagina o probablemente vive sus consecuencias en silencio. Por ejemplo, el acné lo padecen 9 de cada 10 adolescentes, la dermatitis atópica, 1 de cada 5 niños, y en el caso de psoriasis, en México se estima que afecta entre 2 y 3% de la población entre los 20 y 55 años.  

Cuando vemos un cambio en la piel, el especialista inmediato es el dermatólogo, la persona más capacitada para tratar estas afecciones que además tienen consecuencias múltiples y están asociadas incluso a otras enfermedades. 

Ante este amplio espectro de necesidades para la piel, es que alrededor de 150 especialistas se dieron cita en el 5° Foro Científico Latinoamericano de Dermatología que se lleva a cabo del 11 al 13 de octubre en Playa del Carmen, Quintana Roo. Se trata de una agenda académica que comparte novedades en dermatología, práctica clínica, novedades terapéuticas e investigación en desarrollo.  

Por ejemplo, “hoy los tratamientos de la piel buscan complementar la vía tópica con biológica, un segmento que se integra para la atención de estas enfermedades”, explica Ricardo Swain Charpenel, director general de LEO Pharma México. Enfermedades como psoriasis, dermatitis atópica y eczema, estarán en poco tiempo enfrentando cambios en su abordaje médico, con productos hechos con ingeniería biológica que han dado muy buenos resultados en diversas enfermedades como lupus, o artritis reumatoide y que ahora se integran para la atención y cuidado de la piel.   

Dermatitis atópica 

Uno de los temas que más llama la atención de los especialistas es la Dermatitis Atópica, que por su incidencia está presente en el día a día de los consultorios. “La vemos en 1 de cada 5 niños, sobre todo en países en desarrollo que al ser la enfermedad inmunomediada inflamatoria más frecuente hay que trabajar mucho más en investigación, pues hasta ahora no hay nada que la cure”, explica el doctor Yuri Igor López Carrera, presidente de la Academia Poblana de Dermatología. 

López Carrera explica que esto ocurre porque hay muchas vías de inflamación, muchos genes asociados y muchas alteraciones que dan un fenotipo igual, es decir, que todo se ve en el paciente muy parecido, pero tienen una expresión distinta.

La forma en que se desarrolla también va cambiando, es decir, se puede presentar desde etapas muy tempranas de la vida, que es lo más frecuente (50 a 60% de los pacientes tienen su diagnóstico antes de los 2 años y un 80% antes de los 5 años), también hasta un 5% de los pacientes desarrolla la enfermedad en edad adulta.  

La dermatitis atópica tiene características que permiten su diagnóstico y avance, lesiones en las zonas extensoras, en pliegues, detrás de las rodillas, cuello, debajo de las orejas, hasta eritrodermia, que es un enrojecimiento generalizado de la piel o zonas muy específicas. Algo también que identifica a la enfermedad es que estos pacientes no producen la grasa normal de la piel, la ceramida no está en forma adecuada lo que provoca mayor pérdida de agua y con ello falta de humectación. Esa piel tan seca permite la entrada de los diferentes alérgenos o cuestiones del medio externo y va a provocar inflamación. “Estos son los cambios más importantes, y que provocan que un paciente se pueda poner cada vez peor”.  

El especialista destaca la relevancia de vivir en ciudades para presentar este tipo de enfermedades, donde su prevalencia ha aumentado “en los niños del campo en general no vemos esas enfermedades porque el ambiente inmunológico te da la capacidad de reconocer agentes extraños y combatirlos. En contraste, en las ciudades evitamos el contacto con estos agentes, pero tenemos contaminación y otros fenómenos que propician la enfermedad”.  

Hoy los tratamientos van encaminados a desinflamar principalmente. Aunque aún no tenemos medicamentos para mejorar la situación inmunológica, ahora mismo se buscan soluciones en ese sentido que actúan en vías de inflamación específica y que permite mejoría en todos los síntomas del paciente sin grandes efectos secundarios. Otros tratamientos que existen desde hace mucho tiempo también siguen su investigación, por ejemplo la Metilprednisolona, que es estrictamente de uso dermatológico, indicado para procesos inflamatorios y que ha sido utilizada por presentarse como una opción con pocos efectos secundarios.     

Más allá de las consecuencias atópicas, las psicológicas

Algo muy relevante para la comunidad médica es hablar de las consecuencias psicológicas para los pacientes, en ese sentido, López Carrera plantea que estos pacientes generalmente sufren de estrés, depresión y hasta idea suicida, que en general se puede presentar en enfermedades crónicas y esta no es la excepción. “Además de esta marcha atópica, que es empezar con la dermatitis, alergias alimentarias y hasta asma, también existe la marcha psiquiátrica y psicológica del paciente, esta fue descrita en un estudio en 2008 y demostró que el estrés de ser criticados y juzgados impacta directamente. El paciente se empieza a esconder, usar ropa que cubra, evitar eventos sociales, o lugares abiertos, todo esto posteriormente los lleva a cuadros depresivos y otras afecciones”.    

Incluso en 2020 se demostró que las interleucinas involucradas en la enfermedad (4 y 13) tienen una alteración de inflamación a nivel cerebral y que empiezan a afectar directamente el tálamo en términos de aprendizaje y memoria, lo que convierte a los pacientes en hiperactivos y aislados de la comunidad.  

Otro factor que estresa es que hoy todavía es una enfermedad cara pues incluye cremas, jabones, cuidados de la ropa, tratamientos, esto es un gasto que puede generar problemas incluso a nivel familiar, por eso la importancia de atenderla en etapas tempranas. “En un estudio mexicano la enfermedad leve cuesta de 2.000 a 3.000 pesos al mes, moderada sube a unos 8.000 pesos y severa varía mucho la cantidad”.   

Para el doctor Leonel Fierro-Arias, médico de alta especialidad en el servicio de dermatología del Hospital General de México, la dermatitis atópica y en general las enfermedades de la piel son enfermedades con las que se tiene que aprender a vivir, como pasa con la diabetes, la hipertensión u otras.  

La dermatitis atópica se caracteriza por esta piel seca y sensible que puede entrar en crisis de inflamación. Para evitar estos cuadros el doctor asegura que hay que estar atentos a los detonadores del cambio, por ejemplo en estas pieles sensibles la hidratación es fundamental, “tenemos que consentir a la piel para que no entre en crisis, evitar químicos inadecuados, lociones, perfumes, fricciones, tallados severos, limpiadores que resequen, telas que favorezcan el proceso y el estrés que también es un disparador importante”.

nelly.toche@eleconomista.mx

kg

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