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Política

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Imposible asegurar si la infraestructura es segura

Esta ciudad vive contrastes: edificios altamente seguros y otros más de gran riesgo. Además de que el tipo de suelo es diferente en cada zona.

Para saber si la ciudad de México está preparada para un terremoto, tendría que conocerse el estado de todos los edificios y construcciones.

Algunos son ejemplo de un buen uso de tecnología antisísmica, como la Torre Mayor o la Latinoamericana. O como el Metro y el Segundo Piso del Periférico, que pueden moverse junto con los terremotos, y no caerse con ellos.

Sin embargo, aún hay muchos inmuebles que están mal construidos o sin reparar. Datos no oficiales calculan que hay 412 edificios de alto riesgo que no han sido reparados desde 1985.

Hay que considerar también que el subsuelo de la ciudad no es igual en todas las regiones. Según explica Carlos Augusto Correa, perito en seguridad estructural del Colegio de Ingenieros Civiles de México, las zonas Oriente y Centro, donde antes se encontraba el lago de Texcoco, tienen un mayor nivel de riesgo debido a que tienen suelo blando o de gelatina . Algunos le han llamado, por su alta peligrosidad La Zona Cero .

En contraste, hay otras muy estables , como el sur de la ciudad, el Pedregal o Ciudad Universitaria, ya que sus cimientos son los residuos de lava volcánica.

Los edificios que no se cayeron con el temblor del 85 fue sólo por suerte , asegura Correa. Es muy difícil predecir si un edificio va a aguantar o no un sismo, ya que los movimientos telúricos son tan variables que no se puede predecir , explica.

Dicho de otro modo, es como si los edificios fueran radios y mientras hay algunos que no captan las frecuencias sísmicas, hay otros que sí las captan y que pueden verse afectados en su estructura, porque es como si sintonizaran la estación.

Lo que se tiene que vigilar ahora es que todas las estructuras que se hicieron antes del 85 estén debidamente reforzadas , agrega.

Seguir las reglas

Aun con todo, la infraestructura mexicana sí puede resistir un sismo, siempre y cuando se aplique bien el reglamento para la construcción de edificaciones, según explica Luis Zárate Rocha, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México.

Después del sismo del 85 se realizó un reglamento que cumple con todos los requisitos para soportar otros terremotos , dice.

Sin importar si son construcciones grandes o pequeñas, por ley deben estar construidos con características antisísmicas, que incluyen una mayor cantidad de acero dentro de los elementos de concreto; concreto de alta resistencia que soporte hasta 600 kilos por centímetro cuadrado; considerar cargas y movimientos extraordinarios, mayores a los que hubo en el sismo del 85, y considerar medidas de diseño estructural más estrictas.

También se pide que tengan una resistencia lateral mayor, la cual implica mayores dimensiones estructurales, más cantidad de refuerzos, más resistencia de la cimentación, entre otros.

Sea la Torre Mayor o un edificio de interés social, las reglas son exactamente las mismas , agrega Luis Esteva Maraboto, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, quien ha participado en la elaboración de los reglamentos de construcción antisismos en México y el mundo.

glopez@eleconomista.com.mx

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