Descartan "enchilada completa" en reforma migratoria

México no debe esperar una enchilada completa de la administración de Barack Obama, sino una reforma general donde se garantice la regularización de ilegales, mecanismos de trabajos temporales y se establezcan garantías de seguridad fronteriza, coinciden internacionalistas.

Pero estiman que a pesar de que en diciembre presentará el proyecto de reforma migratoria, Obama no invertirá todo su capital político en sacarla adelante debido a que con las elecciones intermedias cada dos años en la Cámara de Representantes se politiza el tema y podría afectarle.

Más bien podría ser aprobada en una segunda administración cuando no haya riesgos de desgaste, explica Jorge A. Schiavon, profesor investigador del CIDE.

Además, las prioridades de Obama en este momento es solucionar la crisis económica y garantizar la seguridad de Estados Unidos, por lo que una reforma migratoria está en un cuarto o quinto orden y difícilmente encontrará el consenso en el Congreso estadounidense, opina.

El papel que debe jugar México, recomienda, es por medio de cabildeos que han resultado benéficos para la política exterior desde la época de Álvaro Obregón.

Estas negociaciones deben ir en el sentido de hablar con congresistas, el Homeland Security, el Departamento de Estado, el Ejecutivo y con organizaciones migrantes, que expone, no se ha sabido hacer muy bien.

El director del Departamento de Estudios Sociales del Colegio de la Frontera Norte, Rafael Alarcón, comenta que Obama lanzó este anuncio para salir del aprieto en la reunión de Guadalajara, porque ya dejó claro que la prioridad está en el sistema de salud, el financiero y el de energía.

Este es un tema muy espinoso para el presidente Obama, y no creo que ahorita vaya a arriesgar su prestigio en los otros temas para discutirlo , dice.

Alarcón explica que otro factor en contra es el impacto de la crisis internacional, porque la reforma contemplaría algún tipo de amnistía y trabajadores temporales.

lvega@eleconomista.com.mx

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