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USMCA, ganar, ganar, ganar
El nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA) evitó la mayoría de las amenazas de Donald Trump; preservó la esencia del TLCAN; se modernizó para adaptarlo a las nuevas tecnologías, y se hizo más incluyente de las sociedades de cada país.
Ése es el diagnóstico del negociador mexicano del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, Ildefonso Guajardo, quien ha sido reconocido por el equipo negociador encabezado por Jesús Seade, del inminente gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por el acuerdo de entendimiento logrado con Estados Unidos. Seade, en representación del próximo gobierno, consideró que México alcanzó un gran acuerdo comercial y se colocó del lado correcto en la región de comercio norteamericana.
Los presidentes de los tres países: EU, México y Canadá coincidieron en que el pacto alcanzado representa un juego de ganar, ganar, ganar, para las tres partes. Para México también fue una doble victoria.
Sin duda, la negociación del acuerdo comercial trilateral se logró en virtud del frente común que presentaron los gobiernos saliente y entrante de México: de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
El gobierno que sale se lleva la medalla de haber logrado un acuerdo positivo, frente al presidente estadounidense más antimexicano del que se tenga memoria y con el perfil proteccionista más marcado que públicamente se haya conocido.
Además, se lleva el logro de haber evitado que Estados Unidos cumpliera su amenaza de salirse del TLCAN.
El gobierno entrante se lleva la valiosa medalla de haber marcado con su sello la negociación del acuerdo comercial, en el capítulo energético, en el que antepuso la Constitución Política Mexicana, con la actuación de quien será el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y Jesús Seade.
Además, el nuevo gobierno podrá iniciar el sexenio sin la incertidumbre que mantuvo en altos niveles la volatilidad en el mercado cambiario, durante los últimos 13 meses, independientemente de otros factores internacionales.
Acuerdo, sin espinas
Aunque el secretario de Economía no lo dice así, para plantearlo de una manera gráfica, podría interpretarse que México y Canadá le quitaron las espinas al acuerdo comercial que pretendía el presidente de Estados Unidos.
Hay que recordar que desde su campaña el presidente estadounidense calificó al TLCAN como el peor acuerdo comercial del mundo y durante mucho tiempo proclamó a EU como la víctima de sus socios comerciales y se comprometió a eliminar el déficit fiscal de su país con México. Por eso hoy una vez alcanzado el acuerdo trilateral vale la pena destacarlo porque ese tema, así tan específica y directamente, simple y sencillamente se evitó.
Condiciones inaceptables
El presidente Donald Trump colocó sobre la mesa desde el principio condiciones inaceptables.
Públicamente, presionó a México con el tema de la construcción del muro y su advertencia de que lo pagaría nuestro país.
Ese tema, sin embargo, nunca estuvo en la discusión formal del acuerdo comercial.
Otras condiciones inaceptables fueron: 1.- Que México eliminara el déficit que registra EU; que se definieran los salarios en México por decreto; que desaparecerían las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC); que no habría capítulos de solución de controversias; que serían las cortes de EU las que definirían las soluciones de controversias, entre otras. Todas y cada una fueron diluyéndose en el tiempo y para México sólo era una cuestión de administrar el proceso de negociación, sin romperlo, dice Guajardo.
México-Canadá: el uno-dos
Aunque para muchos México cometió un acto de traición con Canadá al avanzar y concretar el “entendimiento comercial” con EU, lo cierto es que al final la estrategia funcionó como el “uno-dos”. Ello en virtud de que México rescató el Capítulo 19 para la solución de controversias y eliminó la estacionalidad agropecuaria. Mientras que Canadá rescató los capítulos 11 y 20 de solución de controversias.
Con ambas partes, se mantiene en esencia lo que previamente se tenía en la materia.
Donald Trump gana
El presidente Trump también ganó porque cumple su promesa de hacer una renegociación, que pone mayor fuerza en el cumplimiento de derechos laborales; que no se violen derechos laborales en los países integrantes; el acuerdo también le ayuda para el crecimiento futuro de Estados Unidos en la industria automotriz para lograr un mejor balance, que favorece el crecimiento de ese sector.
Aranceles, a cero
En cuanto a los aranceles al acero y aluminio que podría aplicar EU a México y Canadá mediante el artículo 232, el secretario de Economía revela que México advirtió que no puede llegar a la firma del acuerdo renovado sin que se elimine la posibilidad de aplicación de tales aranceles. La idea es que en los próximos dos meses desaparezcan.
Sin embargo, y a pesar de todo, el presidente Trump mismo advirtió que mantendrá los aranceles al acero y aluminio a México y a Canadá.
Firma y nombre
La firma del USMCA podría realizarse el 29-30 de noviembre durante la reunión del G20, en Argentina, aunque todavía no se ha programado oficialmente.
Y sobre el cambio de nombre del TLCAN a USMCA, Ildefonso Guajardo bromea: mientras el niño esté sano, tenga dos brazos y dos piernas, que se llame como sea.
ATISBOS
AUTONOMÍA.- El economista Jonathan Heath confirmó que el próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, lo propuso para que el inminente presidente de México lo designe subgobernador del Banxico. El propio Heath dice que le ofrecieron el cargo sin ningún condicionamiento y consideró que es una señal de que el nuevo gobierno respetará la autonomía del instituto central. ¡A ver!

