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La discriminación ?en la actualidad
Se trata de algo que no se hereda genéticamente, sino que se aprende a partir de la conducta de los adultos y no es castigado.
Muchas de las conductas que eran dominantes en el pasado, como la de discriminar, han ido cambiando paulatinamente, conforme el gobierno se involucra más en reglamentar actividades y en la medida que los agentes económicos han aprendido que sus ganancias, ya sea en términos de utilidad para un consumidor o de beneficios para un productor por hacerlo, no son lo que se pensaba. Asimismo, la globalización y los avances tecnológicos, sumados a lo que podemos mencionar como una mayor conciencia social, han hecho que muchas cosas cambien y ni qué decir del poder, para bien o para mal, de las denominadas redes sociales. La discriminación existía en varios campos, desde el laboral, educativo, social, deportivo, ya sea por motivos de raza, de género, de clases, o lo que sirviera para hacer sentir bien a quien discriminaba.
Este asunto fue abordado por Gary S. Becker, quien desde aquellos años había pronosticado que la discriminación tendería a desaparecer, conforme quienes la practicaban se dieran cuenta de que esa actividad no redituaba lo que esperaban por hacerlo. De hecho hemos visto en las últimas décadas cómo la eliminación de la discriminación racial en nuestro vecino del norte ha redituado resultados muy positivos, no sólo en términos sociales, sino en productividad y bienestar. No son solamente los múltiples éxitos deportivos, sino la competencia que ahora representan, en todas las áreas, quienes anteriormente eran discriminados. Ayuda en este hecho que la autoridad se ha metido de lleno a reglamentar esta práctica y establecido severas penas a quienes las fomentan. hoy en día es política y socialmente incorrecto discriminar y las personas crecen y se educan en un ambiente que castiga la discriminación, por lo que ahora es perfectamente natural no hacerlo.
No podemos decir lo mismo en el caso de nuestro país, en donde persiste la evidencia, parcial e incompleta, de que existe discriminación de género en empresas e instituciones, aun en las consideradas más abiertas, en donde se ofrecen salarios más bajos a las mujeres que a los hombres, por actividades y funciones similares, con las mismas horas trabajadas. Si bien es cierto que existen casos en los que las mujeres ocupan posiciones en lugar que un hombre, estos casos son aún aislados. Ni qué decir de la discriminación abierta que constatamos todos los días por motivos de origen étnico o clase social, en donde a los denominados en forma despectiva como nacos, simple y sencillamente nadie les ofrece una oportunidad. A las familias o personas que inmigran a las ciudades a buscar mejores oportunidades nadie, ni las autoridades, les ofrece opciones para que puedan iniciar una nueva vida y abrirse un nuevo futuro.
Posiblemente el fenómeno que observamos hoy, que denominamos como bullying, sea sólo una parte de la discriminación, que los niños simplemente observan día con día en sus familias, a partir de la forma como sus padres u otros adultos tratan a ciertas personas. Al igual que la corrupción, se trata de algo que no se hereda genéticamente, sino que se aprende a partir de la conducta de los adultos, principalmente de los padres, y de ver que casi no existen consecuencias por practicarlas y sí, en cambio, hay una especie de recompensa por comportarse de cierta forma. ¿Hasta cuándo lo toleraremos y a quién le toca actuar?