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Brexit alecciona
Los referendos no son producto de una realidad democrática. Según el periodista John Carlin, el Reino Unido dio una lección de incalculable valor.
Debemos construir una especie de Estados Unidos de Europa. Mucho se ha realizado alrededor de este propósito. Está el inmenso cuerpo de doctrina y procedimientos creados, en medio de grandes esperanzas, después de la Primera Guerra Mundial: la Liga de las Naciones. Ésta no fracasó ni por sus principios ni por sus concepciones, sino porque tales principios fueron abandonados por los países que la crearon. Este desastre no debe repetirse. ¿Por qué no puede haber un grupo europeo con sentido de patriotismo ampliado y ciudadanía común en los pueblos del continente? Precisa que se dé un acto de fe en la familia europea. La estructura de los Estados Unidos de Europa, si se construye bien, debe ser tal que las naciones pequeñas cuenten tanto como las grandes. Si vamos a conformar los Estados Unidos de Europa, o como la organización vaya a llamarse, debemos empezar ahora mismo.
Todo lo anterior es textual de un discurso pronunciado por Mr. Winston Churchill el 19 de septiembre de 1946, en Zurich, Suiza. Las cursivas son mías.
¡Inconcebible! ¡A 70 años de distancia y salimos con la batea de babas del Brexit, en Inglaterra misma! ¿Será que una ley del comportamiento humano sea retroceder a estadios inferiores?
G. K. Chesterton, en La esfera y la cruz, 1909, ignorante de que ocurriría en el 2016, anticipa el plebiscito inglés: Dios sacó del seno del mundo esta isla para que fuera cobijo y teatro de la lucha entre el Sí y el No .
Los referendos no son producto de una realidad democrática. Al contrario. Cuando se oye el canto de las sirenas entonado por líderes extremistas que apelan a la emoción y no a la razón, caen en la trampa los que no tienen juicio propio, integrantes de la manada lúgubremente uniforme. Como las ratas que siguieron al flautista de Hamelín.
No hay mal que por bien no venga. El escritor y periodista británico John Carlin sostiene que el mundo debe agradecer al Reino Unido por haberle dado una lección de incalculable valor: hay que estar muy alertas de los brotes de populismo barato impulsados por quienes buscan el poder apoyándose en prejuicios y resentimientos del pueblo-masa.
Maduro ya maduró. La CNTE está en acelerado proceso de hacerlo. ¡Aguas con AMLO, Trump y los regionalismos! O nacionalismos, como quieran llamarlos ustedes.