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El mercado se encuentra en un rally
En el círculo financiero, cuando se habla del mercado pareciera que todo se refiriera a un solo núcleo de interacción entre oferta y demanda.
En el círculo financiero, cuando se habla del mercado pareciera que todo se refiriera a un solo núcleo de interacción entre oferta y demanda. En realidad, los mercados financieros se clasifican, al menos, en: accionario, deuda, cambiario y derivados.
En el acumulado del 2010, el mercado accionario registra un retroceso de 0.57% y el tipo del cambio ha bajado 2.42% (es decir, el dólar ha perdido 2.42% o el peso ha ganado ese mismo porcentaje).
A esos rendimientos (en pesos), habrá que descontar la inflación acumulada (1.39%), quedando claro que el año ha sido flojo para esos mercados, hasta el momento.
Por su parte, el mercado de deuda gubernamental ha presentado un mejor panorama, sobre todo si se consideran las expectativas de inicio de año: la inflación estaría presionada por los nuevos y mayores impuestos.
Con ello y aumentos inesperados en precios agrícolas, la inflación acumulada a marzo del 2010 fue de 2.39 por ciento. Sin embargo, la inflación no se salió de control.
Una demanda interna débil, cosechas de frutas y verduras buenas durante el segundo trimestre y los típicos subsidios eléctricos por época de verano para el norte del país (elementos que se revertirán en meses próximos, implicando un repunte inflacionario) han ayudado.
Así, en abril, mayo y junio, se dio algo inédito en el México contemporáneo:
tres meses consecutivos con deflación, algo que sólo suele darse en las primeras quincenas de abril y mayo. Con ello, la tasa anual de inflación es de 3.69%; lo que significa que el Banco de México puede mantener su tasa de interés de referencia (en 4.50%), sin cambios hasta el primer trimestre de 2011. Lo anterior hace atractivos los bonos de largo plazo que ofrecen tasas mayores a 4.50 por ciento.
Otra gran determinante ha sido la entrada de México al índice WGBI (World Government Bond Index), siendo el único país latinoamericano, entre varios avanzados. México sólo tendrá 1 peso de 0.64% en ese índice a partir de octubre, pero muchos inversionistas han comprado bonos mexicanos para estar cerca de ese benchmark y eso puede representar más de 12,000 millones de dólares.
Incluso, podría haber manejadores de portafolios que puedan sobreexponerse a México, atraídos por la recuperación económica, así como un bajo déficit público para el 2010 (2.8% del PIB), que palidece en comparación con los de Europa y Estados Unidos.
De paso, las entradas de esos recursos externos han estabilizado al tipo de cambio. Con ello, los bonos mexicanos a largo plazo (algunos con horizonte de hasta 30 años) han acumulado ganancias de capital superiores a 15% en el 2010. Son los extranjeros los que más han invertido en estos bonos y por tanto, los que más se han beneficiado.
Cabe apuntar que estos bonos están denominados en pesos y que muchos inversionistas administran recursos a largo plazo, por lo que estos capitales no son golondrinos , al menos no en su totalidad.
El rally puede continuar, pues el verano es el adelanto de lo que se concretará en octubre próximo.
Hacia delante, la continuidad del rally dependerá de que México siga fortaleciendo sus fundamentales: inflación bajo control, bajo déficit público y elevadas tasas de crecimiento económico.
La coyuntura ha mejorado y esto ha apuntalado a los bonos mexicanos, pero falta resolver pendientes estructurales que limitan un alto crecimiento económico sostenible a largo plazo.
*Luis Flores es economista senior de Ixe Grupo Financiero. Su opinión no representa necesariamente la posición de la institución.
lfloressa@ixe.com.mx