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Café arábiga cae tras pronósticos de lluvias en Brasil
Los precios del café arábiga cayeron más de 3% el miércoles, luego de que los inversionistas tomaron ganancias tras el anuncio de lluvias para Brasil, el mayor productor mundial del grano, reduciendo el temor a que una temporada seca demasiado prolongada arruine los cultivos en el país.

Los precios del café arábiga cayeron más de 3% el miércoles, luego de que los inversionistas tomaron ganancias tras el anuncio de lluvias para Brasil, el mayor productor mundial del grano, reduciendo el temor a que una temporada seca demasiado prolongada arruine los cultivos en el país.
Por su parte, el azúcar sin refinar registró su mayor caída en un sólo día en casi un mes, mientras que los futuros del cacao subieron por la debilidad del dólar y las preocupaciones de que la propagación del ébola en África Occidental afecte los envíos.
El café arábiga para diciembre en Nueva York perdió 2.7%, a 2.160 dólares la libra, luego de que la agencia meteorológica brasileña Somar pronosticó lluvias para la semana próxima en el estado cafetalero de Minas Gerais.
El clima seco ha amenazado la producción de Brasil para el ciclo 2015-2016, enviando los futuros a un máximo de dos años y medio de 2.255 dólares la semana pasada. El pronóstico de lluvias generó una toma de ganancias, informaron los operadores, puesto que los inversores esperan por un fin del calor extremo.
Los futuros del café robusta en Londres a noviembre cerraron sin cambios en 2,155 dólares la tonelada.El azúcar sin refinar a marzo cedió 1.8%, a 16.5 centavos de dólar la libra, afectada por el declive del real en el gran productor Brasil. Fue la mayor baja en un día del endulzante desde el 19 de septiembre.
La caída de los precios de la energía también ha pesado sobre el mercado del azúcar, puesto que los bajos precios de la gasolina desalientan la producción de etanol, de acuerdo a expertos.
En tanto, el cacao para diciembre en Nueva York avanzó 1.6% para terminar la jornada en 3,153 dólares la tonelada. El mercado seguía temiendo que la propagación del ébola en África Occidental, que produce buena parte del cacao del mundo, pueda interrumpir los suministros.