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Las exportaciones chinas baten pronósticos en noviembre gracias a mercados fuera de EU
Las exportaciones de China superaron las previsiones en noviembre, impulsadas por un aumento de los envíos a mercados no estadounidenses.

Las exportaciones de China superaron las previsiones en noviembre, impulsadas por un aumento de los envíos a mercados no estadounidenses, a medida que los fabricantes estrechan los lazos comerciales con el resto del mundo a la luz de los aranceles prohibitivamente altos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La segunda mayor economía del mundo ha redoblado sus esfuerzos para diversificar sus mercados de exportación desde que Trump ganó las elecciones presidenciales del pasado noviembre, buscando lazos comerciales más estrechos con el sudeste asiático y la Unión Europea, y aprovechando la huella global de las empresas chinas para establecer nuevos centros de producción con acceso a bajos aranceles.
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Las exportaciones chinas crecieron un 5,9% interanual, según mostraron este lunes los datos de aduanas, revirtiendo la contracción del 1.1% del mes anterior y superando la previsión del 3.8% de un sondeo de Reuters.
Las importaciones aumentaron un 1.9%, frente al repunte del 1.0% de octubre. Los economistas esperaban un aumento del 3.0 por ciento.
"Los recortes arancelarios acordados en el marco de la tregua comercial entre Estados Unidos y China no ayudaron a impulsar los envíos a EU el mes pasado, pero aun así el crecimiento general de las exportaciones repuntó", dijo Zichun Huang, economista especializado en China de Capital Economics. "Esperamos que las exportaciones chinas sigan resistiendo, y que el país continúe ganando cuota de mercado mundial el año que viene".
"El papel del desvío comercial para compensar el lastre de los aranceles estadounidenses parece seguir aumentando", añadió.
El arancel medio estadounidense sobre los productos chinos se sitúa en el 47.5%, muy por encima del umbral del 40% que, según los economistas, erosiona los márgenes de beneficio de los exportadores chinos.
Los envíos chinos a Estados Unidos cayeron un 29% en noviembre en términos interanuales, según los datos, a pesar de que el mes comenzó con la noticia de que Estados Unidos y China habían acordado reducir algunos de sus aranceles y otras medidas después de que Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunieran en Corea del Sur el 30 de octubre.
Las exportaciones a la Unión Europea crecieron un 14.8% anual el mes pasado, mientras que los envíos a Australia se dispararon un 35.8%, y las economías de rápido crecimiento del sudeste asiático recibieron un 8.2% más de mercancías en el mismo periodo.
Esto elevó el superávit comercial de China a 111,680 millones de dólares en noviembre, el más alto desde junio, frente a los 90,070 millones de dólares registrados el mes anterior, y por encima de la previsión de 100,200 millones de dólares.
El superávit comercial de los 11 meses del año superó por primera vez el billón de dólares.
"La maquinaria electrónica y los semiconductores parecen ser la clave", afirmó Dan Wang, director para China de Eurasia Group. "Hay escasez de chips de baja calidad y otros productos electrónicos, lo que ha provocado un aumento de los precios, y las empresas chinas que se internacionalizan han estado importando todo tipo de maquinaria y otros insumos de China".
Reuniones clave en clima de incertidumbre comercial con EU
El yuan chino se apreciaba este lunes, gracias a unos datos de exportación mejores de lo esperado, mientras los inversores también esperan señales sobre medidas económicas de las reuniones clave de fin de año.
El Politburó, máximo órgano decisorio del gobernante Partido Comunista, se comprometió a tomar medidas para expandir la demanda interna, un cambio que los analistas consideran crucial para que la economía de 19 billones de dólares deje de depender de las exportaciones.
También se espera que los altos cargos se reúnan en los próximos días para celebrar la Conferencia Central de Trabajo Económico, en la que se fijarán objetivos clave y se esbozarán las prioridades políticas para el próximo año.
Los economistas estiman que la disminución del acceso al mercado estadounidense desde el regreso de Trump a la Casa Blanca ha reducido el crecimiento de las exportaciones de China en aproximadamente 2 puntos porcentuales, lo que equivale a alrededor del 0.3% del PIB.
La inesperada caída de octubre, tras un aumento del 8.3% el mes anterior, indicó que la táctica de los exportadores chinos de adelantar los envíos a Estados Unidos para evitar los aranceles de Trump había llegado a su fin.
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Aunque los propietarios de fábricas chinas informaron de una mejora en los nuevos pedidos de exportación en noviembre, todavía estaban en contracción, lo que subraya la continua incertidumbre de los fabricantes en su lucha por reemplazar la demanda en ausencia de compradores estadounidenses.
Una encuesta oficial de seguimiento de la actividad fabril general mostró que el sector se contrajo por octavo mes consecutivo.
La demanda interna sigue siendo débil
Las exportaciones de tierras raras de China se dispararon un 26.5% intermensual en noviembre, el primer mes completo después de que Xi y Trump acordaran acelerar el envío de los minerales críticos del mayor refinador del mundo.
Las importaciones de soja del país también se encaminan a su mejor año de la historia, después de que los compradores chinos, que habían evitado las compras estadounidenses durante la mayor parte de este año, aumentaran las compras a los productores estadounidenses, además de las grandes compras de América Latina.
En general, la demanda interna china sigue siendo débil en un escenario de prolongada recesión inmobiliaria.
Esa debilidad se vio en un descenso de las importaciones de cobre en bruto, un material clave en la construcción y la fabricación.
"El giro de China hacia el establecimiento de la demanda interna como motor clave del crecimiento llevará tiempo, pero es esencial para que China pase a la siguiente fase de su desarrollo económico", dijo Lynn Song, economista jefe de ING para la región de Gran China.



